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Foto: Archivo
«El presidente Santos ha escalado un belicismo verbal que nos hace recordar al Uribe, quien ha sido el culpable de miles de crímenes. Nos hace recordar al Santos altanero, y no al Santos que quiso ser estadista, que quiso tener una actitud cordial con Venezuela y veo que los nervios y la desesperación no es buena consejera cuando hay asuntos como estos», expresó el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, en referencia a las declaraciones del Jefe de Estado colombiano, Juan Manuel Santos, donde acusó al Gobierno venezolano por supuestas violaciones a los DDHH.
Saab aclaró que la derrota diplomática en la OEA no debe llevar a Santos a usar ese “lenguaje guerrerista y prepotente”. Al mismo tiempo, recordó que es grave y sin fundamento la denuncia que pretender hacer el gobierno neogranadino sobre acusaciones injustificadas de lesa humanidad. Al contrario, el Defensor del Pueblo de Colombia ha guardado silencio sobre la actuación violenta de los paramilitares que han asesinado a más de 140 activistas de DDHH, acotó Saab. En este sentido, dijo, que el gobierno colombiano «falló en la política de criminalizar al Estado venezolano».
«El Procurador General de Colombia ha cometido un error al decir, sin supuestos de ley, que iban a denunciar a Venezuela ante la Corte Penal Internacional y que iban a aplicar el Estatuto de Roma porque nuestro país ha decidido tomar medidas de seguridad en territorio venezolano en relación a los inmigrantes colombianos que estaban en nuestro territorio de forma ilegal», sostuvo.
Saab resaltó que el Gobierno Bolivariano merece un reconocimiento por ser el país que más ha acogido a colombianos en su tierra. “¿Qué ha hecho Colombia por los 6 millones de desplazados internos en su país?”, reflexionó.
Finalmente, destacó el acercamiento de los cancilleres de Colombia y Venezuela, como una apertura al diálogo y las soluciones diplomáticas. Aunque lamentó que, inmediatamente, el Defensor colombiano saboteó este avance al decir que Venezuela había faltado a una convocatoria bilateral que nunca se solicitó desde Bogotá.