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El Decreto de Emergencia Económica, promulgado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, constituye una herramienta que le permite al Gobierno nacional afrontar la defensa integral de la Patria, frente a guerra no convencional emprendida por el imperialismo, con el fin de apoderarse de los extensos recursos energéticos del país, señaló el especialista petrolero David Paravisini.
Recalcó que la guerra económica, la guerra diplomática y psicológica que promueve contra Venezuela un sector de la derecha con la ayuda de empresarios aliados y agentes externos, busca desestabilizar el Estado para tener dominio sobre el crudo, en vista de la nación cuenta con las reservas de crudo más grandes del planeta.
«En el mundo hay una guerra del petróleo motivada e impulsada por la codicia, la avaricia y el afán de lucro desmedido del imperialismo, que lo ha llevado a desarrollar acciones bélicas en países como Libia, Irán, Irak, Sudan, Siria; y el caso de Venezuela, a apoyar golpes de Estado y un paro petrolero», señaló en entrevista concedida al programa Punto Crítico, transmitido por Venezolana de Televisión
Precisó que desde la llegada del Presidente Maduro al poder, «estas acciones en contra del país se han agudizado», no tanto en el plano económico, como en el social.
De este modo, se refirió al contrabando de extracción de combustible y productos de primera necesidad hacia Colombia. Así como el ataque a la moneda nacional (el bolívar), perpetrado a través de casas de cambio de la nación neogranadina.
Asimismo, recordó que en marzo del año pasado, el presidente Barack Obama, aprobó el decreto que califica al país como una «amenaza inusual y extraordinaria» para la seguridad de los Estados Unidos, y que tiene como propósito aislar a la nación y frenar el avance de la construcción del socialismo.
En tal sentido, Paravisini consideró acertada la promulgación del Decreto de Emergencia Económica, por arte del Ejecutivo, ya que contempla un conjunto de líneas de acciones que apuntan al reimpulso del sector productivo, a la diversificación económica, a la superación de la renta petrolera y la protección del pueblo y sus derechos, a pesar de la caída superior al 75% que mantienen los precios del crudo.
Celebró que este instrumento legal contempla la continuidad y fortalecimiento de las misiones sociales, para seguir garantizando el derecho a la salud, la educación, la alimentación y la vivienda.
El analista indicó que esta política de atención social contrasta con las medidas neoliberales aplicadas por otros países para afrontar la baja del precio del crudo.
«A diferencia de Venezuela, estas naciones enfrentan esta situación por la vía de empobrecer a la gente, de reducir los sueldos, y despedir a miles de trabajadores»,cuestionó.