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Foto: Archivo
El 7 de septiembre del año 2003, los primeros 100.000 venezolanos alfabetizados con el plan piloto de la Misión Robinson I recibieron sus certificados de nuevos lectores, de manos del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, creador de esta misión social y humanista que hasta la fecha ha enseñado a leer y escribir a más de un millón 790.000 venezolanos que habían sido históricamente excluidos y privados del derecho a la educación.
En sus primeros dos años la Misión Robinson logró alfabetizar a un millón 482.543 personas. Con esta cifra se logró una meta histórica que hizo que el país fuera declarado territorio libre de analfabetismo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), que establece que más del 96% de la población mayor de 15 años debe saber leer y escribir, y Venezuela lo logró.
La misión fue nombrada Samuel Robinson en honor al seudónimo que utilizó el maestro del Libertador, Simón Rodríguez, uno de los más ilustres pensadores de América.
Un total de 100.000 personas aprendieron a leer y escribir en este exitoso plan piloto que duró dos meses, luego de un despliegue nacional de misioneros venezolanos con ayuda de una delegación de Cuba que aportó su método de enseñanza y alfabetización para adultos. La ayuda cubana fue fundamental para cumplir en tan poco tiempo esta meta humanista trazada por el presidente Chávez, quien asumió la inclusión social en la educación como una política de Estado primordial de la Revolución Bolivariana.
En la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, en Caracas, se dio la ceremonia de promoción del plan piloto de la Misión Robinson, donde el presidente Chávez juramentó a los miembros de la Comisión Presidencial para la segunda fase de este plan, dirigida por el entonces ministro de Educación, Cultura y Deportes, Aristóbulo Istúriz, con el objetivo de garantizar a los nuevos lectores la oportunidad de continuar su formación educativa.
Luego del éxito del plan piloto y de la creación de la Misión Robinson I, se decretó en Gaceta Oficial la creación del “Plan extraordinario de prosecución educativa al sexto grado de alfabetizados Simón Rodríguez”, conocida como Misión Robinson II, para que esos mismos venezolanos que fueron privados del derecho a la educación tuvieran la oportunidad de continuar su formación educativa hasta el sexto grado de educación básica.
“Más que mil autopistas y más que mil viviendas es importante un ser humano que aprenda, para que vuele libre. De qué vale más de un millón de autopistas si por allí transitan personas ignorantes. Si queremos acabar con la pobreza demos poder al pueblo y el primer poder es la educación”, expresó el líder de la Revolución Bolivariana casi un año más tarde, en 2004, durante la ceremonia de la primera promoción del plan piloto de esta segunda fase.
AVN