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No puede dejar de serlo. Es su naturaleza heredada. La derecha desprecia al otro, lo condena por diferente, por obrero, por indio, por negro, porque cree que tiene el derecho de despreciar.
Cristóbal Colón se sintió héroe. Pensó que había descubierto un país, una historia, una cultura, un idioma, una religión, un orgullo y los europeos impusieron los suyos.
El arribo de los europeos a tierras americanas fue el comienzo del maltrato y sometimiento del indio y la implementación de la creencia cristiana como instrumento opresor durante la llamada conquista.
Quien no era español, monarca o amigo de monarca, soldado, católico, blanco, era extraño, ajeno, inexplicable, esclavo.
Desarregladas, sucias y sin maquillaje. Quien no cumpla estos requisitos no puede ser “venezolana”. Una casta que se asume superior como en 1498.
‘El Nacional’, en sus editoriales, acusa: “Turba y sociedad civil” (02-03-02) o “Al mismo lumpen de siempre, convertidos en sempiternos pasajeros de autobuses, con un bollo de pan y una carterita de ron” (14-10-02).
Henry Ramos Allup las llama “malandras”.
Edmundo González Urrutia, coordinador de enlace internacional de la MUD y el exdiplomático, Norman Pino De Lion insultan a Tibisay Lucena: “Estúpida”, “diabla“.
Capitalismo excluyente, inhumano, xenófobo, misógeno. Pero en 1999 llega un excluido, un negro, un “amulatado”, un ‘inexplicable’ a despertar al pueblo obrero, indio y humillado y a unirlo en contra del invasor.
Se instaló la sesión permanente popular y la unión cívico-militar se consagró y se consagra en múltiples ejemplos.
En abril de 2002 se evidenció como la ecuación perfecta para enfrentar y vencer el Golpe de Estado perpetrado en ese momento, promovido por sectores de la derecha contra el comandante Hugo Chávez.
Hoy lo vemos diariamente en un contingente que enfrenta la más voraz guerra contra los herederos de Simón Bolívar, contra la mujer, contra el honor, que da en el estómago y busca humillar, pero cuya conciencia se madura mientras vence el sabotaje y garantiza al pueblo su alimento: Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), son sólo una prueba.
Y vemos, leemos en medios y redes sociales, sentimos el odio vencido. Unidos contra el Decreto de Obama, contra la agresión de Luis Almagro, contra la violencia, y en favor de la soberanía, la independencia, la paz y el diálogo. David contra Goliat.
La inclusión es evidente. Luis Ortega Díaz, fiscal General de la República; Gladys Gutiérrez, presidenta del TSJ; Tibisay Lucena, presidenta del Poder Electoral. No son malandras. Son mujeres, son poder, son pueblo-poder.
No es amulatado. Es negro, afrodescendiente. Arisóbulo Istúriz, vicepresidente del país, afirma “La afrodescendencia no es un tema de color de piel sino de identidad” y, al conmemorar 200 años de la declaración de la abolición de la esclavitud, cita a Bolívar: “No podemos ser esclavos y libres a la vez”.
VTV