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Foto: Con el Mazo Dando
Lilian Tintori engrosa ese clan del que si no lo hace a la entrada, lo hace a la salida. Es como un dogma, una manía, una obsesión, un capricho. Para ella, como sea y a cuenta de lo que sea lo importante es hacerlo. Ahora le dio por meter en sus aturdidos planes nada más y nada menos que ¡al mismísimo Niño Jesús!
Este viernes afirmó que “el Niño Dios nos convoca también a vivir con coraje”, frase que en condiciones normales encierra un gran mensaje pero que viniendo de ella o de alguien como ella salido de la derecha terrorista, se traduce en miedo, sombras, violencia, maltratos, clasismo, racismo y hasta sangre con su buena y lamentable dosis de muerte.
Vivir con coraje, en ese grupo, es armar guarimbas, poner guayas, degollar motorizados, amputar extremidades a hombres y mujeres chavistas, incendiar guarderías, montar una guerra económica, romper los diálogos, romper quorum en la Asamblea Nacional, encadenarse en El Vaticano, insultar militares, mentir, traficar explosivos, legitimar capitales, etc, etc.
Para ella y sus cómplices, vivir con coraje es pisotear la Constitución, es intentar derrocar a un Presidente electo en comicios abiertos, es desconocer esos resultados, es mandar a descargar la arrechera y asesinar a quienes no se plieguen a esa orden, es asaltar embajadas, es aliarse con la derecha internacional para bloquear al país en diferentes ámbitos, es celebrar y apoyar el acaparamiento.
Esta dama y sus secuaces jamás supieron leer la esencia de la Navidad, como en efecto sí lo hicieron y lo hacen las grandes mujeres y hombres que en el mundo no dejan de luchar por la igualdad y la justicia.
Con el Mazo Dando