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Imagen: Con el Mazo Dando
Sin titubeos ni regodeos de ninguna especie, el diputado José Guerra, declaró que la aplicación de medidas antipopulares serían el plato fuerte en el hipotético caso de la llegada de un nuevo gobierno a Venezuela.
“Nosotros nos estamos preparando desde el punto de vista económico”, declaró el parlamentario derechista, “para ese evento”.
“Ese evento”, como lo llama él, se traduce en primer lugar -siempre con sus palabras- “de hablarle al país con franqueza” para inmediatamente “también con franqueza lo que vamos a hacer”.
Lo cruento de su declaración, obliga a citar textualmente el menú de Guerra, que como se verá, no tiene desperdicio alguno: “Primero que todo, llega un gobierno, baja el gasto público, sube las tasas de interés, hace una macrodevaluación (…) los programas de ajustes clásicos”.
La posición del asambleista de la MUD hace recordar la de Henry Ramos Allup, cuando en junio de este año se pronunció en similar dirección ante un panorama como el planteado.
Esa vez, desde Estados Unidos, refirió palabra a palabra que “Yo creo que el próximo gobierno va a ser un gobierno fusible, fusible porque va a tener que aguantar las descargas por las medidas impopulares que tiene que tomar. (…) Hay que tomar medidas álgidas”.
Ambos declarantes no hacen sino repetir las lecciones del Fondo Monetario Internacional, organismo causante de los mayores índices de miseria surgidos en aquellos países en los que sus recetas han sido aplicadas.
Una acción de esta naturaleza implicaría la abolición de las conquistas logradas por el pueblo venezolano, desde la llegada de la Revolución Bolivariana y en consecuencia una vuelta a las ruinas que en el pasado caracterizaron a los gobiernos de la Cuarta República.
Con el Mazo Dando