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La comisión de seguimiento de los acuerdos generados en las mesas de diálogo entre el Gobierno y la llamada Mesa de la Unidad (MUD) contribuirá a dinamizar el proceso de intercambio entre ambos sectores, indicó el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper.
Este mecanismo, compuestos por los acompañantes de este proceso, «le dará celeridad y rapidez a las respuestas, bien sea para el cumplimiento de un acuerdo o que exista claridad en el asunto, pero antes que nada le vamos a pedir a las partes que se respeten y que se reconozcan. Gobierno y oposición deben hacer un acto de reconocimiento mutuo para que el diálogo tenga una base firme», enfatizó Samper, durante una entrevista.
Resaltó que es necesario buscar de manera conjunta las soluciones a los problemas de Venezuela. «El pueblo quiere que haya una salida pacífica a las dificultades económicas y sociales. Lo único que planteamos es que desde el papel de cada quien, sin que nadie renuncie a lo suyo, encuentren la manera de ayudar a los problemas fundamentales en la nación», sostuvo.
Señaló que el diálogo ha servido para abrir espacios de confianza, necesaria para contribuir con la paz en el país y también en la región latinoamericana.
Las conversaciones entre el Ejecutivo y la oposición cuentan con el acompañamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el Vaticano y los expresidentes José Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá).
Unión regional
Samper, que termina su gestión como secretario general de la Unasur, aseveró que el propósito de este bloque regional es defender la soberanía de sus pueblos y exaltar a Suramérica como una zona de paz.
«Por eso Unasur estuvo metida a fondo en el proceso de paz en Colombia (…) Nació para defender la democracia y lo mismo para defender la vigencia del los derechos humanos», indicó.
En este sentido, advirtió la presencia de poderes fácticos que están atentando contra la estabilidad y los gobiernos legítimamente electos en la región.
«Grupos comunicacionales y económicos, nuevos actores políticos, jueces y fiscales convertidos en actores mediáticos, organizaciones no gubernamentales, en poderes fácticos, erosionando lento pero seguro la gobernabilidad, desprestigiando presidentes (…) Este es el cuadro más amenazante que tiene la gobernabilidad democrática de la región», dijo.
AVN