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Entre los años 2002 y 2008, durante el Gobierno de Álvaro Uribe en Colombia, más de 6 mil 400 personas fueron asesinadas en ese país, haciéndolos pasar por guerrilleros, una práctica conocida como falsos positivos implementada por el ultraderechista y continuada por su subordinado y actual mandatario neogranadino Iván Duque.
Aunado a esto, se suman los problemas de narcotráfico y la creciente ola de violencia y asesinatos de defensores de los derechos humanos, con total impunidad, convirtiendo a Colombia, según los propios medios aliados de la derecha mundial, como el país más peligroso para los líderes sociales.
Con el Mazo Dando