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Brasil reabre sus fronteras aéreas para aliviar la industria turística, justo cuando se registra un nuevo récord de contagios por el nuevo coronavirus.
El Gobierno de Brasil permitió el miércoles la entrada de ciudadanos extranjeros a lo largo de los próximos 30 días, siempre que vengan en avión. Las personas podrán entrar solo para un corto plazo de tiempo y deberán presentar un seguro médico válido en Brasil durante toda la estancia planificada.
Sin embargo, la restricción de entrada se mantiene en cinco estados: Mato Grosso do Sul, Paraíba, Rondonia, Rio Grande do Sul y Tocantins. Además, las restricciones de acceso a Brasil por vía terrestre o marítima siguen vigentes. Los extranjeros podían llegar anteriormente, según un decreto emitido en junio, solo a través de los aeropuertos de Galeao (Río de Janeiro), Brasilia (Distrito Federal), Guarulhos y Viracopos (Sao Paulo).
De esta manera, las autoridades planean aliviar la devastada industria turística de Brasil que según los informes, ya ha perdido unos 122 000 millones de reales (más de 23 600 millones de dólares) debido a la pandemia.
La flexibilización ocurre el mismo día en que Brasil registró un nuevo récord diario de muertes por COVID-19, con 1595 fallecimientos reportados por detrás de EE.UU.
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