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En Lima, Perú, se celebró este sábado la VIII Cumbre de las Américas, donde el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales; y los cancilleres de Cuba, Bruno Rodríguez; de Dominica, Francine Baron; y de Surinam, Yldiz Pollack-Beighle, unieron sus voces a la demanda de los pueblos en favor del derecho de Venezuela de estar presentes en este evento.
Ya en la Cumbre de los Pueblos, que comenzó días antes y se desarrolla en paralelo a la cita presidencial, movimientos y líderes sociales condenaron la exclusión de Venezuela de este espacio, que se debe al debate y a la promoción de la integración entre las naciones de la región.
En su intervención en la Cumbre de las Américas este sábado, Morales señaló: «Lamentamos profundamente que nuestro hermano Nicolás Maduro no esté sentado junto a nosotros producto de las presiones de Estados Unidos».
Además, condenó de manera categórica las sanciones unilaterales y las amenazas de invasión realizadas por el Gobierno de Estados Unidos contra Venezuela, y señaló: «Nuestra región no es un patio trasero de nadie».
Llamó a la «lucha contra el imperialismo», debido a que «no son tiempos de muros, sino de puentes de entendimiento; no son tiempos de invasión, sino de integración».
Por su parte, el canciller cubano señaló que la exclusión del presidente Maduro, por mandato del Gobierno de Estados Unidos, no es más que una «afrenta a los pueblos de América y un retroceso impuesto».
En esa misma línea hizo referencia el canciller de Surinam, Yldiz Pollack-Beighles, quien advirtió que la no participación de Venezuela en la Cumbre de las Américas afecta los procesos de integración.
La canciller de Dominica, Francine Baron, manifestó: «Sentimos solidaridad por el pueblo de Venezuela» y «pensamos que la solución debe proceder del pueblo, y una política de integración, no de exclusión».
En favor de Venezuela también unió su voz el canciller de Granada, Peter Charles David.
Voces del imperialismo
Desconociendo la demanda de los pueblos de la región y del propio pueblo de Venezuela a que se le respete su derecho a la autodeterminación, independencia y soberanía, en la Cumbre de las Américas, los presidentes de Colombia, México, Argentina y Chile se dispusieron a respaldar el mandato de Norteamérica de agredir a la patria bolivariana.
Incluso Michel Temer, quien está a la cabeza de un gobierno de facto en Brasil, impuesto tras un golpe de Estado contra Dilma Rousseff, se atrevió de hablar en contra del sistema democrático venezolano.
De manera paradójica, Temer manifestó: «Ayudaremos a Venezuela a retomar el camino a la democracia», cuando se mantiene en el poder tras un golpe de Estado, y luego lo cual ha utilizado todas las tácticas para evitar la democracia en Brasil. Recientemente fue detenido Luiz Inácio Lula Da Silva, quien se mantiene como favorito para las presidenciales de octubre de este año y por lo cual se ha convertido en blanco de una persecución judicial.
Los presidentes Juan Manuel Santos, Mauricio Macri y Sebastián Piñera, así como el presidente de facto Michel Temer, dijeron que rechazan que en Venezuela se realicen elecciones, por lo que reiteraron que no reconocerán los resultados de los próximos comicios del 20 de mayo.
Mientras esto ocurre, una multitud colma los alrededores del Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, como manifestación de rechazo a las pretensiones imperiales y en respaldo al Gobierno de Nicolás Maduro, quien ha denunciado un plan internacional para sabotear los comicios, y ante ello dijo que la fórmula para combatir ese plan es la conciencia del pueblo, su organización y su participación en esas elecciones.
AVN