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Foto: Archivo
Tareck El Aissami arrestó a más de 100 capos, 21 de los cuales extraditó a Estados Unidos. Asimismo, erradicó de Venezuela los cultivos ilícitos y producción de drogas; así certificado por la ONU.
Como esa realidad por sí misma es sólida, la carta bipartidista de los congresistas Bob Menéndez e Ileana Ross-Lehtinen enviada al Presidente Donald Trump el pasado 8 de febrero, también acusa al Vicepresidente venezolano de legalizar a radicales islámicos mediante la emisión fraudulenta de pasaportes.
Concentrémonos en la “evidencia” de esta última patraña:
– Declaraciones de Robert Morgenthau, Fiscal de Distrito de New York en 2009, extraídas de una presentación verbal, acusando a Tareck El Aissami de legalizar a supuestos miembros de Hamas y Hizbolá.
– Un informe de 2014, presentado por la ONG “SFS” (Centro para una Sociedad Libre Segura) citando funcionarios de inteligencia no especificados, que denuncian que el entonces ministro Tareck El Aissami, legalizó a 173 individuos de Medio Oriente con cédulas y pasaportes.
– Las declaraciones de Marco Ferreira, antiguo director de la ONIDEX (ahora SAIME) entre 2001 y 2002, hablando de pasaportes emitidos a individuos de Oriente Medio.
– Evidencia presentada por Misael López, ex-funcionario de la embajada de Venezuela en Iraq, denunciando la venta de pasaportes a individuos del Medio Oriente.
Análisis de la evidencia
1. La fuente de Robert Morghentau no está clara y simplemente refiere sospechas (tampoco dice de quienes o por qué) de que Tareck El Aissami emitió pasaportes a individuos del Medio Oriente.
2. El informe de la SFS no presenta evidencia alguna contra Tareck El Aissami, sustentando la emisión de pasaportes y cédulas a 173 individuos del Medio Oriente. Simplemente extrae el número de un estimado proporcionado por “funcionarios regionales de inteligencia” que no nombra en lo absoluto.
3. Marco Ferreira es un ex-militar fugitivo, participante del Golpe de Abril 2002 a Hugo Chávez. Aun cuando fuera cierta su denuncia de pasaportes emitidos irregularmente, los mismos ya vencieron hace mucho tiempo ya, constituyendo esto una denuncia vacía, sólo para llenar minutos en el bodrio de documental de CNN.
4. La única pieza de evidencia que podría constituir motivo de “preocupación” para un estadounidense, la presenta un ex-funcionario de la Embajada de Venezuela en Iraq, acusado de intentar usurpar la identidad del Embajador ante un banco iraquí, para hacerse de los fondos de la misión diplomática venezolana. Aún si fuera cierta esta evidencia, la denuncia debe entenderse en el contexto de que el fraude de pasaportes no es único de Venezuela. Hay alegaciones de que este problema también afecta a Guatemala, Belice e incluso a la Unión Europea.
De cualquier manera, un pasaporte venezolano por sí mismo, no garantiza la entrada al territorio de Estados Unidos. Bien sabido es que se necesita una muy difícil de obtener visa estadounidense. Primero, los pasaportes que Marco Ferreira denuncia ya vencieron hace años y finalmente, los que hayan sido vendidos como denunció Misael López en el enlatado de CNN, no sirven de nada sin la visa estadounidense. De tal manera, la narrativa desprendida del bodrio de CNN y la carta bipartidista de Bob Menéndez e Ileana Ross-Lehtinen a Donald Trump, parecen ser simplemente una tormenta en un vaso de agua.
Enlazar a Venezuela con una supuesta amenaza terrorista emanando de Latinoamérica, ha sido una vieja meta clave de sectores que buscan la intervención de Estados Unidos y debido a la nueva “normalidad” de Washington con la asunción de Donald Trump, quizás no sorprenda que el cuento esté tratando de ser resucitado. Mediante el rebusque de argumentos tratando de enlazar a Venezuela con el terrorismo, las partes interesadas buscan convertir las diferencias ideológicas entre ambos países, en una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos y de esa forma generar la acción que buscan.
Juan Almeida Morgado “N33”
Con el Mazo Dando