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Por Eduardo Piñate R.
Estamos en diciembre, mes en que la mayoría de los habitantes de nuestros países, profundamente influidos por la tradición cristiana, celebran el nacimiento de Jesús de Nazaret. Ese es el sentido espiritual profundo de la Navidad. Históricamente nuestro pueblo ha asumido la celebración de estos días para levantar los principios de la paz, la amistad y el amor. Esos son de los principios fundamentales de nuestra Revolución Bolivariana y Socialista, que hicimos fuerza material de pueblo unido y consciente con el Comandante Chávez y continuamos hoy con nuestro hermano Presidente Nicolás Maduro.
Pero los enemigos de nuestra Patria y nuestro pueblo quieren imponernos la guerra. Las denuncias realizadas la semana pasada por el Presidente de la República en rueda de prensa internacional, acerca de los planes de agresión militar por fuerzas militares y paramilitares de los Estados Unidos y Colombia son sumamente graves. Revelan algo que ya sabemos: que el imperialismo usa el derecho internacional sólo cuando sirve a sus intereses y lo pisotea cuando se trata de mantener o recuperar la hegemonía pérdida -como es el caso de nuestro continente en la actualidad-, y que las oligarquías proimperialistas están dispuestas a todo para destruir los proyectos de construcción de un continente de paz, soberano e independiente.
Por eso como pueblo unido, dotado de conciencia revolucionaria chavista, que hemos dado ejemplos de resistencia y heroísmo ayer y hoy, vamos a disfrutar de estas navidades en familia y en paz, pero vigilantes siempre para impedir los planes de violencia y guerra del imperialismo y seguir avanzando en la ruta de la prosperidad el 2019. Seguimos venciendo.
Caracas, 15 de diciembre de 2018