Noticias
Foto: Archivo
En el programa Aló, Presidente, número 333, el comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, insistió en la necesidad de que el pueblo venezolano dirija sus pasos hacia el impulso de las potencialidades productivas, entre ellas la producción de alimentos.
Desde La Finca La Bandera, en el municipio García de Hevia, estado Táchira, aquel domingo el líder socialista indicó que el desarrollo de la actividad productiva en materia de alimentos debe tener un objetivo único de lograr la soberanía alimentaria, que no es más —recalcó— que un principio fundamental sobre la cual se cimienta el socialismo bolivariano.
«El modelo de producción es un modelo socialista de liberación», dijo Chávez, al tiempo en que explicó que la producción constituye además un mecanismo que permite romper las amarras del capital, que se sustenta conmecanismos de sometimiento y dominación.
En ese sentido, agregó que entre las tácticas para mantener esa dominación están las patentes.
«Nosotros nos estamos aquí obligados a estar subordinados a las leyes del capitalismo mundial», subrayó.
«Las patentes para nosotros no deben ser un encadenamiento ni una trampa», agregó entonces el presidente Chávez.
Además, hizo un referencia a lo escrito por el filósofo marxista de origen húngaro István Meszáros, quien en su libro Más allá del capital, en el que critica que una fábrica construidas para fines capitalistas pueda producir tranquilamente y sin cambios significativos bajo el socialismo.
«Hay alguna gente que dice que la tecnología es neutral, que no importan quién la use, que puede servir lo mismo para el socialismo que lo mismo para el capitalismo» y lo que ocurre con envases Tetra-Pak, patentado por una transnacional suiza, «es una demostración exactamente que esa tesis es totalmente falsa, es una tecnología hecha para la dominación, para el monopolio, para mantenernos dependiente de las transnacionales», reiteró.
Mencionó que lo propio ocurre con los organismos genéticamente modificados. «El que se meta en los transgénicos se está metiendo en una trampa: la dependencia» e insistió, en ese sentido, en producir alimentos libre de transgénicos, que generan calidad nutritiva y, con ello, salud para el pueblo.
Chávez al inicio del programa recordó que esa es precisamente la teoría sobre la cual el revolucionario Kleber Ramírez, en los antecedentes teóricos del 4 de febrero de 1992, escribió la formulación estratégica de producir alimentos, ciencia y dignidad, elementos que él consideraba claves para reapropiarnos de la soberanía.
El «producir alimentos, ciencia y dignidad» deben ser lo que marque el destino del pueblo de Venezuela, recalcó Chávez, y señaló que el objetivo es además atender la demanda nacional e ir hacia hacia la exportación con carácter social.
«Cada producción es social, se le está asignado un valor: alimentos para el pueblo».
No a la especulación
En el Aló, Presidente número 333, Chávez además repudió que sea la especulación, el robo al pueblo y la plusvalía las bases sobre la que se fundamenta el sistema capitalista, en el que el bienestar social no sea lo primordial.
«Tenemos que frenar las tendencias especial de la plusvalía», dijo, por lo que insistió en la importancia de que los costos de un productos se sustenten en la realidad, costo de producción.
«No puede haber libertad de comercio como la pregona el capitalismo (…). No podemos permitirle a un sector de la burguesía que siga explotando como sanguijuelas al pueblo venezolano. Tenemos que liberarnos de las sanguijuelas, de las cadenas del capital, por eso la producción tiene que seguir incrementándose».
AVN