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Por Eduardo Piñate R
Comienza agosto. Mes de vacaciones escolares -este año mediadas o mediatizadas por la pandemia – y de trascendentales batallas. El 4 de agosto celebraremos 84 años de la Guardia Nacional Bolivariana, creada en 1936 por el General Eleazar López Contreras y también celebraremos 3 años de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente que tan importantes servicios ha dado al país en el mantenimiento de la paz y la estabilidad política. Ese mismo día se cumplirá un año más de uno de los eventos más infaustos y criminales de la historia venezolana: el magnicidio frustrado contra el Presidente Nicolás Maduro y la alta dirección política y militar de la Revolución Bolivariana, precisamente en el acto de aniversario de la GNB en la avenida Bolívar.
También en agosto, específicamente el 15 de agosto, celebraremos 16 años de una de las más importantes victorias estratégicas del pueblo venezolano, conducido en esa oportunidad por el Comandante Supremo Hugo Chávez. Nos referimos a la victoria en el pretendido referendo revocatorio con el que el imperialismo y la oligarquía trataron de revocar el mandato del Comandante Chávez. La victoria en la «batalla de Santa Inés» ratificó al Comandante Eterno en la Presidencia de la República y como líder de la revolución, además que cerró el ciclo de contraofensiva reaccionaria iniciado en diciembre de 2001, que al mismo tiempo fue un ciclo de victorias estratégicas: golpe de Estado de abril de 2002, paro-sabotaje petrolero de diciembre de 2002 a febrero de 2003 y referendo revocatorio. A partir de ese ciclo victorioso se abrió el período de profundización de las transformaciones revolucionarias con la declaración del carácter socialista de la revolución, la victoria en las elecciones presidenciales de 2006 y el ciclo electoral victorioso que llega hasta las elecciones presidenciales de diciembre de 2012, con el lunar del revés de la reforma constitucional de 2007, y profundos avances en la economía, la democracia y el Poder Popular, en lo social, la cultura y el ámbito militar, entre otros.
En este agosto libramos otros combates. Contra la pandemia de la Covid 19 y contra la agresión imperialista que se incrementa todos los días a través de múltiples formas. En esta coyuntura particularmente difícil, nuestro pueblo y nuestro liderazgo revolucionario brillan en el mundo por la heroica resistencia, la altura política y capacidad de dirección de nuestro liderazgo, encabezado por el camarada Presidente Obrero Nicolás Maduro.
En este agosto sigue avanzando el cronograma con miras a las elecciones para la Asamblea Nacional del 6 de diciembre, que serán una contundente victoria de las fuerzas bolivarianas y la democracia revolucionaria. Los supremacistas imperialistas del norte y sus aliados fascistas quieren impedirlas, pero nosotros como pueblo unido los derrotaremos. Seguimos venciendo.
Caracas, 1 de agosto de 2020