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«Durante años las guerras se han peleado por el petróleo, en poco tiempo será por el agua». La confesión es de la vicepresidenta de Estados Unidos, EEUU, Kamala Harris.
Sus declaraciones tuvieron lugar el reciente miércoles 7 de abril en un acto donde recibió un escritorio construido con materiales de barcos de guerra, celebrado en Oakland.
El evento fue parte de la presentación del plan de empleo e infraestructura que se encuentra impulsando el gobierno de Joe Biden. Las referencias de la vicepresidenta a la infraestructura de las plantas de agua potable la llevaron a la reflexión acerca de las guerras del futuro. “Debemos abordar las desigualdades en el acceso al agua potable, en los niveles estatales federales locales. Debe comprender las oportunidades para construir una infraestructura de respaldo en torno al agua”, expresó, citó el portal el https://elintransigente.com/
Tras sus declaraciones, el canciller de la República, Jorge Arreaza, escribió en su cuenta Twitter: “A confesión de parte, relevo de pruebas”.
América Latina es la región con más reserva de agua dulce, al contar con el 42%, de acuerdo con datos dados a conocer en 2016 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, FAO. Latinoamérica posee el 28% de las tierras cultivables, además de un tercio de los recursos hídricos, agregaba la citada organización multilateral en esa oportunidad.
Analistas, internacionalista, desde hace más de una década llevan alertando que las próximas guerra serán por el agua.
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