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El 6 de diciembre de 1998, el pueblo venezolano tomó la decisión que cambiaría el rumbo de la historia en el país, en la región y en el mundo entero, eligió al Comandante Hugo Chávez como presidente de la República, quien ofrecía un proyecto de cambios profundos donde los más vulnerables serían los más favorecidos, proyecto que comenzó a ejecutar desde su primer día en el poder, era la Revolución Bolivariana.
La batalla era para terminar con el modelo capitalista que tenía a Venezuela sumida en graves problemas de desigualdad social y económica, cuyo poder lo controlaban élites a costa del sufrimiento de las mayorías. Chávez traía el Socialismo del XXI, con el que dio un vuelco total a esa divergencia, dando poder al pueblo y haciendo que las riquezas del país se distribuyeran realmente entre todos los venezolanos.
Ese día el Comandante obtuvo una abrumadora victoria con el Movimiento V República (MVR), logrando el 56,2% de los votos, el segundo mayor porcentaje de la historia venezolana en cuatro décadas.
¡Con Chávez manda el pueblo! Con esa consigna y con la propuesta de una Asamblea Constituyente comenzó Chávez a recorrer el país. Sus encuentros eran cada vez más concurridos. Boinas rojas y el tricolor nacional resaltaban en el río de gente.
25 años después de la primera victoria electoral de Chávez, vemos multiplicarse en Nuestra América la resistencia contra las políticas neoliberales y una cruel represión, semejante a la que se empleó en el Caracazo. Como entonces, las supuestas democracias muestran un rostro feroz y despiadado, pero los pueblos despertaron y no tienen planeado dormir hasta ser completamente libres.