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29.May.2013 / 11:05 am / 1 Comentario

Prensa PSUV.- Hoy se cumplen 69 años del natalicio de Maurice Bishop, abogado, político y combativo luchador que estuvo al frente de un movimiento político revolucionario que impulsó importantes cambios en la pequeña isla caribeña de Grenada. Su gobierno llevó a la práctica muchas políticas socialistas y estrechó las relaciones con Cuba, la URSS y otros países del bloque socialista; pero esta revolución fue blanco del imperialismo norteamericano, lo que llevó a que la isla fuera invadida por las tropas yankis.

Maurice Bishop nació en 1944 en Aruba. Era, como el 80% de la población de la isla de Grenada, descendiente de esclavos africanos traídos allí por los europeos. Estudió Derecho en Gran Bretaña. En 1979, junto con otros revolucionarios, encabezó una revuelta armada contra la dictadura de Eric Gairy, amigo personal y aliado de Pinochet.

En los años 60, se fundó un movimiento de liberación opositor, el New Jewel Movement, dirigido por Maurice Bishop.

El 13 de marzo de 1979, militantes armados del New Jewel Movement ocuparon el cuartel y la radio local. Acabaron con la dictadura y dieron inicio a la revolución. «People’s Revolution», «la revolución del pueblo».

La revolución fue atacada desde fuera y desde dentro. Esta pequeña isla posee una ubicación estratégica frente a la costa venezolana, cuyas enormes reservas petroleras despertaron el celo de las empresas norteamericanas.

En su apoyo, el gobierno en Washington logró congelar todos los créditos internacionales, rodeando a Grenada de un mundo financiero hostil. Al mismo tiempo, un frente interno estaba constituido por algunos cientos de opositores contrarevolucionarios.

La situación se fue agudizando. Los Estados Unidos ya no ocultaban su intención de invadir la isla.

Y como en toda acción militar, necesitaron crear un clima político propicio que debilitase al enemigo.

Maurice Bishop, el dirigente revolucionario querido por el pueblo, tenía que ser eliminado. Se ha comprobado que la CIA estuvo al tanto de las interioridades dentro del movimiento y aprovechó las discrepancias internas para sus propósitos militares.

Bernhard Coard, viceprimer ministro, dispuso un arresto domiciliario contra Maurice Bishop, lo cual originó un estallido social.

El 19 de octubre de 1983, una multitud salió a la calle agitando carteles con la consigna «Queremos a Bishop, no a Coard». Lograron liberar a Bishop, acompañándolo luego hasta Fort Rupert, el cuartel del Ejército. A las trece horas se escucharon disparos de armas automáticas. Por la noche, Radio Free Grenada informó que un consejo militar tomó el poder y que decretó el toque de queda.

Hay distintas versiones sobre lo sucedido en Fort Rupert.

Coard, que a esa altura de los acontecimientos había perdido su batalla por el poder, alega que Bishop y sus quince compañeros resultaron muertos luego de un intercambio de disparos. Pero, curiosamente, del lado de Coard no hubo muertos.

Con la excusa de los sucesos del 19 de octubre, el gobierno de los Estados Unidos trató de justificar su intervención. La vida de 600 ciudadanos estadounidenses estaba en peligro, adujeron. Pero Tom Adams, presidente de Barbados y uno de los principales propulsores de la invasión, reconoció en una conferencia de prensa que, ya el 15 de octubre, es decir cuatro días antes, los Estados Unidos planificaron una acción militar conjunta.

Y el embajador norteamericano en París reveló en una entrevista televisiva que la decisión de invadir había sido tomada dos semanas antes.

Seis días después, la ciudad de St. George’s fue bombardeada desde aviones, helicópteros y buques de guerra. Luego de tres días de una lluvia de bombas, 7.300 marines y paracaidistas invadieron la isla. Se registraron 88 muertos y más de 500 heridos. El presidente Ronald Reagan declaró: «Llegamos apenas a tiempo para evitar la ocupación de Grenada por los cubanos».

El argumento del «peligro cubano» se desvaneció al día siguiente, los trabajadores cubanos, que construían el aeropuerto bajo la dirección de una empresa inglesa, se rindieron. Tampoco encontraron depósitos de armamento pesado. Los periodistas recabaron testimonios de estudiantes norteamericanos, quienes nunca se sintieron en peligro y se resistían a abandonar la isla. Las Naciones Unidas condenaron la invasión.

El 25 de octubre del año 1983 los Estados Unidos invadieron la pequeña isla de Grenada bajo el pretexto de que los cubanos estaban construyendo un aeropuerto con fines militares en ese país. Después de un conflicto corto, los cubanos se retiraron de la isla, y el gobierno de los Estados Unidos proclamó la invasión como una victoria. Las acciones de los Estados Unidos no fueron justificadas, y en realidad fueron un ejercicio militar de guerra imperialista.

Grenada es una isla muy pequeña que está en el mar Caribe. Sólo tiene una población de 110.000 personas y un área de 133 millas cuadradas. El principal origen de su ingreso es el turismo, pero antes de la invasión de Grenada por los Estados Unidos, carecía de un aeropuerto mayor. Como muchas de las islas en el caribe, Grenada aceptó ayuda de Cuba.

Los Estados Unidos creyeron que las fuerzas armadas de Cuba estaban usando la isla como un lugar para armarse y utilizarlo con fines militares. Los cubanos construían el aeropuerto para ayudar el turismo de la nación.

La invasión iniciada por el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan fue llamada Operación «Furia Urgente». Durante ese tiempo, los Estados Unidos estaban ocupados en la guerra fría con la ex Unión Soviética. Cuba comercializaba mayormente con la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Alrededor de 1.200 marines estadounidense invadieron la isla y lanzaron contra tropas cubanas y las fuerzas armadas de Grenada.

Durante los días siguientes más tropas llegaron en Grenada y por el final de la guerra había alrededor de 7.300 soldados estadounidenses combatiendo. Los objetivos de los Estados Unidos en esta invasión armada fueron desestabilizar la nación, expulsar a los constructores cubanos, derrocar a su presidente Maurice Bishop de clara orientación socialista, y evacuar a unos mil médicos y maestros cubanos en la isla.

La invasión finalizó en diciembre de 1983. Las cifras ofrecidas por los medios de información norteamericanos, al finalizar la invasión hablaron de 19 marines estadounidenses, 49 personas de Grenada y 29 cubanos muertos y muchas personas fueron heridas. La invasión fue considerada como una victoria de los Estados Unidos, pero no fue más que una nueva acción de la tradición imperial contra la soberanía de los pueblos. Bishop asumió con dignidad su papel histórico y su compromiso con el “pequeño” pero heroico pueblo de Grenada.

Fuentes:

James D. Cockcroft, América Latina y Estados Unidos: historia y política país por país, Siglo XXI Editores, Mexico 2006

 

 

Comentarios

30.May.2013 10:31 am
pedro gonzalez (Vargas) dijo:

de esa misma forma que los gringos invaden a los pueblos a si quieren los señores de la ultra derecha que nos invaden o nosotros pero aquí esta un pueblo dispuesto a mantener su soberanía que podemos esperar de capriles un desecho político o de Antonio ledezma Marquina leopordo lopez vaya usted de mensionar tantas basuras jalabolas del imperio y ahora de colombias arbaro uribe

 

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