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“Sulu sullia waimajuin tu wamuika y eejirashi waya suka tü wayuunaikika. Chi aluwatashikai Chavez napuin wamuin wanee kajutu jau tia wainjatu numuin”. “En el Zulia queremos y valoramos nuestro idioma, el wayuunaiki. El presidente Chávez nos dio el mejor de los apoyos al darnos una ley que nos defiende y por eso estaremos eternamente agradecidos”, resume Adela Montiel, wayuu marabina de 29 años y quien recuerda la transición entre la cuarta y la quinta República como la etapa del renacer indígena.
El 27 de mayo de 2002 el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, firmó a través del decreto 1.795 el uso obligatorio de las lenguas indígenas en sus zonas de influencia y la creación del Consejo Nacional de Educación, Cultura e Idiomas Indígenas.
Para esa fecha Adela tenía sólo 17 años pero recuerda que su pueblo, su comunidad, lo festejó como si se tratara de una fiesta de fin de año. “Mi papá me dijo: nos devolvieron la identidad y la dignidad. Porque hasta esa fecha ser wayuu, guajiro como nos dicen los alijunas, no tenía al parecer ningún valor social, a pesar de ser los primeros que habitamos este país. Hugo Chávez nos revalorizó como miembros de un pueblo fortalecido en sus creencias, pues él vio lo que ningún otro dirigente nacional valoró, que estamos orgullosos de nuestras raíces y que nuestra historia forma parte de la historia linda de todo el país”, confesó.
En el Zulia los wayuu, añú, japreria, yukpa y barí han sido favorecidos con la educación intercultural bilingüe como modalidad del Sistema Educativo Nacional, luego que Hugo Chávez ordenara que el Estado venezolano y sus instituciones debían fomentar la valoración y difusión de los idiomas indígenas como medio de cognición, instrucción, comunicación, creación social y cultural.
Noelí Pocaterra, actual Secretaria Regional de Pueblos Indígenas en el estado Zulia y ex presidenta de la Comisión Permanente de Pueblos Indígenas de la Asamblea Nacional, destacó que la lucha en Venezuela fue larga, pero valió la pena.
«Chávez reivindicó nuestros derechos desde el mismo día que asumió una identidad indígena. Fue una lucha larga que tuvimos en Venezuela porque llegábamos a la Asamblea Nacional con propuestas y nos rechazaban, nos humillaban. La exclusión que vivimos en este país fue terrible porque no nos daban cabida en ningún lado, nos criticaban si llegábamos a una institución pública a pedir información hablando nuestro idioma, ahora todo es distinto, pues formamos parte de una comunidad, formamos parte de la sociedad y el lenguaje excluyente terminó por desplomarse”, destacó la líder wayuu.
Lo que inició Hugo Chávez en el 2002 todavía tiene un impacto social en el Zulia. En el Consejo Legislativo de esta región se discute un proyecto especial de Ley de Pueblos y Comunidades Indígenas Originarios del Zulia con el propósito de avanzar en el apoderamiento de estos pueblos e integrar aún más a todas las etnias en la sociedad.
Dorelis Echeto, presidenta de la Comisión Permanente de Pueblos Indígenas, Ambiente y Recursos Naturales del consejo legislativo del Zulia, resume el cambio de paradigma de la siguiente manera: “Chávez logró igualar los beneficios de las comunidades indígenas, ahora todos somos iguales y nadie es más que nadie. En nuestro país se promueve y se conserva el valor histórico de nuestros pueblos, se promueve la transformación educativa intercultural y bilingüe, se valora nuestra representación en los organismos estadales. Hemos crecido y nos hemos fortalecido en Revolución”.
AVN