“Fidel Castro marca el siglo XX y el siglo XXI porque con su lucha demuestra que son posibles las revoluciones en América Latina y en el llamado Tercer Mundo”, aseveró el catedrático y periodista Juan Barreto, con motivo de celebrarse hoy 87 años del nacimiento de Fidel Castro. Barreto lo calificó como “un líder revolucionario continental y mundial”, pues “su proyecto no solo alcanza el territorio cubano, sino que se eleva al ámbito continental y de los pueblos que luchan contra el imperialismo”.

“Su tenacidad, su tesón y su resistencia son ejemplo para el mundo”, agregó Barreto, y destacó que en los hechos esa actitud ejemplar dio sus frutos: “No había en los años 80 y 90 señales de una América latina unida, coherente, compartida. El continente venía siendo devastado por el neoliberalismo, por el pensamiento salvaje del capitalismo neoliberal. Era asaltado por las trasnacionales, saqueado por el imperio y estaba de rodillas”. Pero “con la resistencia de Fidel Castro y su tenacidad” se mantuvo una expectativa de superación, señaló.

La expectativa se concretó “con la aparición de Chávez en el escenario político”, pues con él “esa realidad comienza a cambiar y no solamente para América Latina, sino también para el mundo”, relató el comunicador. A tal punto tuvo impacto el encuentro de los dos líderes que “hoy tenemos la posibilidad de comparar dos modelos: por un lado, el modelo de Integración latinoamericana que va en ascenso, pese a sus vaivenes, sobresaltos, consecuencias y evoluciones y por el otro lado el desmoronamiento del modelo europeo-norteamericano”.

Superando la prueba del tiempo

“Hay hombres que superan la prueba del tiempo. Tanto Chávez como Fidel lograron superarla. Más allá de los albores de los años se mantendrán en el corazón, el alma y la práctica del pueblo; en las frases, en las palabras, en las paredes, en los sueños”, enfatizó, con lo que puso de relieve que se trata de dos personajes heroicos: “Fernando Savater tiene un libro que se llama La tarea del Héroe, en el que habla sobre el heroísmo: “La tarea del héroe es superarse a sí mismo, trascenderse a sí mismo, y mas allá de si mismo encontrarse con la historia trascender los tiempos” -citó.

“Yo creo que ese es el sentido de la vida de Fidel. Fidel ya no es Fidel, es la historia de América Latina, del siglo XX, es la crisis de los misiles, la relación con Kennedy. Es la lucha durante la guerra fría; la denuncia del bloqueo; la dignidad de un pueblo”, al expresar esta idea, exaltó su valor para las nuevas generaciones, “sobre todo para la juventud de América Latina es: por encima de los momentos más difíciles, los mas oprobiosos, los de mayor oscuridad, allí están Cuba y Fidel, dándole contexto y sentido histórico a su lucha”..

Dimensión histórica

Barreto resaltó las posiciones que ha sostenido Fidel en el contexto global, y que resaltan su dimensión histórica y política que “es de alcance universal”. “Para comprobarlo”, dijo “podemos partir de que “una pequeña isla de apenas 12 millones de habitantes con un líder firme y claro ha podido resistir al imperio norteamericano, teniéndolo a solo 15 millas náuticas, se convierte en un paradigma”.

“Yo creo que la dimensión política de Fidel es histórica porque histórico es aquello que trasciende su propio tiempo y se proyecta en otros tiempos y en el tiempo de otros, En ese sentido Fidel es transhistórico”, acotó.

Fidel en África

El catedrático y político caraqueño subrayó el papel de Fidel en África alegando los ejemplos de Angola, Mozambique y en Suráfrica, donde Mandela está libre y Fidel es una gran figura, “eso no lo digo yo, lo dijo el propio Mandela cuando era considerado por el imperio y el mundo como terrorista, menos por Fidel quien lo consideraba un luchador por la libertad”.

“Fidel traslada tropas cubanas a Angola y Mozambique para luchar contra el colonialismo y apoya a los pueblos del Cuerno de África, también al Congreso Nacional Africano en lucha contra el apartheid surafricano, pueblos que hoy recuerdan que le deben mucho a Fidel Castro ya que Cuba, un país pequeño, colaboró con todos esos pueblos, con todos esos países, para su redención”, reseñó.

Fidel y Chávez

Barreto afirmó que el espacio político de Barreto difícilmente podrá ser superado durante mucho tiempo “y es en ese contexto donde se encuentra con la dimensión política de otro grande de los tiempos que corren, que es Hugo Chávez. Chávez y Fidel encajaron de modo perfecto desde el punto de vista de la simpatía personal, desde el punto de vista de su afinidad ideológica, de su respeto mutuo, cada uno en su talla y en su aporte”.

“Fidel fue inspiración para el comandante Chávez y Chávez lo reconoció mil veces, independientemente de las diferencias de los procesos, del perfil autónomo de cada una de las revoluciones tanto cubana como venezolana, porque Fidel es fuente de inspiración para todo el que cree en la libertad en la democracia, en la justicia para todos, en la lucha indoblegable contra los imperios, contra la dominación, la opresión venga de donde venga y fue allí en ese terreno donde se determinó la amistad de Chávez y Fidel, haciendo que ambos constituyeron una sola voz, una sola conciencia y una sola esperanza”, expresó.

Una obra en común

“A veces los textos tienen autores que escriben a dos manos y no se sabe donde termina uno y donde comienza el otro. Con Chávez y Fidel pasó eso: de algún modo Chávez logró rescatar a Fidel Castro del aislamiento político al que lo había confinado el imperio”, sentenció Barreto.

“Nadie como Fidel y Chávez en el siglo XX han sabido interpretar y actualizar del mejor modo el pensamiento continental y universalista del Libertador Simón Bolívar. El Alba, la Celac e instrumentos que de alguna manera tienen un punto de referencia: Caracas y La Habana- La Paz y Quito se suman a este proyecto que tiene puntos de partida precursores. Yo creo que fue un milagro que América latina se enfrentara al ALCA y que surgiera el ALBA que poco a poco se va convirtiendo en un punto de referencia para los pueblos y los gobiernos de la región”, agregó.

Correo del Orinoco