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Por estos días, cuando la “resolución 58” está en medio de la discusión colectiva, vale preguntar, ¿realmente la educación se separa de la política? Son muchas las visiones, pero todas deben coincidir en que desde hace muchos años el mundo sabe que los sistemas educativos no son neutrales, por el contrario, están conectados con la praxis de la sociedad, con sus avances y retrocesos; así como con la identidad de cada nación, con la generaciones presentes y las futuras, inclusive, con la forma en que los niños y jóvenes comprenden el entorno en el que viven.

¿Qué es la resolución 58?

La resolución 58, propuesta y ejecutada por el Ministerio de Educación, tiene como principal propósito “democratizar la gestión escolar con base en el modelo sociopolítico de la democracia participativa y protagónica establecida en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 1999”, según esgrime el documento oficial.

Para lograr este objetivo, los actores claves y otros corresponsales del proceso educacional participarán en los asuntos de interés de determinada comunidad educativa, mediante la organización de colectivos de estudiantes, docentes, padres, madres y representantes, directivos y quienes tendrán su vocería en un Consejo Educativo.

¿Qué son los Consejos educativos y cómo se conforman?

Sobre los Consejos educativos se han inventado muchas matrices de opinión, sin embargo, la resolución es clara, estos se definen como son las instancias ejecutivas para la toma de decisiones dentro de las instituciones. “Se concibe como el conjunto de colectivos sociales vinculados a los centros educativos”, dirigido a planteles de educación inicial hasta media general y media técnica y todas las modalidades del subsistema de educación básica.

Participarán en este Consejo toda la comunidad educativa (padres, representantes, alumnos, personal administrativo, obrero). También podrán formar parte de la comunidad educativa personas naturales y jurídicas, voceros y voceras de las diferentes organizaciones comunitarias”, señala la resolución. Ejercerán funciones por comités, conformado por un número impar de integrantes, que dependerá de la cantidad de representantes del plantel.

¿A qué le teme la derecha opositora?

Todo esto se señala, con el propósito de resaltar que se trata de un proyecto inclusivo en el que todos los involucrados en el proceso de formación de las y los niños y jóvenes tienen el deber de participar.

En ese sentido, es imposible hablar de adoctrinamiento, cuando los mismos padres y representantes tomarán decisiones sobre la conformación de sociedad, a través de la educación de sus hijos.

Margarita Pachecho, especialista en el área educacional, plantea varios elementos en su artículo “Educación y política: notas para pensar más allá de las dicotomías”, que son de suma importancia en este tema de resoluciones educativas.

1.- “Debemos tener claro que los procesos educativos nunca son neutros, encarnan en todo momento un proyecto político, es decir, en última instancia, dan cuenta de un proyecto de sociedad específico. Cuando hablo de proyecto político quiero referirme a una forma específica de organizar el poder para la producción y reproducción de una sociedad. En este sentido, cada sociedad demanda sujetos ―personas, hombres y mujeres― que hayan sido formados de acuerdo a los valores, creencias, costumbres, formas de producir y consumir, con una manera de entender el mundo y su movimiento de acuerdo a la historia que les ha tocado encarnar”.

2.- “Es necesario reconocer en todo momento que la educación, la manera y los contenidos con los que se forma a los sujetos de una sociedad, es un terreno que se encuentra en permanente disputa; que se halla en tensión entre los intereses de los diferentes grupos de poder (políticos, empresarios, organismos internacionales…)”.

3.- “Depende de la fuerza de una sociedad para organizarse y su capacidad de reconocer y defender sus necesidades, que se trasluzcan sus demandas educativas en el sistema de educación, en cualquiera de sus niveles”.

4.- “En la sociedad capitalista contemporánea, en la que las pautas sobre las que se organizan mujeres y hombres dimana de la organización del mercado, y ésta a su vez de las necesidades de acumulación de un grupo muy, pero muy reducido de personas, la educación lógicamente está encauzada a alimentar la acumulación de los dineros en las manos de este grupo. No solamente en términos de la preparación de cuadros aptos para realizar tal o cual trabajo en la cadena productiva; el diseño del sistema escolar también busca establecer los contenidos y mecanismos que susciten la legitimación del modelo de sociedad en el que emerge, es decir, su aceptación en el imaginario social. El trabajo de formación y aceptación ideológica en una sociedad como la nuestra se construye de manera cotidiana a través de los medios de información masiva y los sistemas educativos, de allí que sea indispensable analizarlos con lupa crítica”.

Todos estos señalamientos son importantes para reconocer que la resolución 58 debe ser una oportunidad para que el sistema educativo y todos sus participantes inicien un modelo organizativo consecuente con las necesidades sociales que demanda el país hoy.

Jamás puede ser una excusa de los sectores políticos de derecha, para que el pueblo venezolano no despierte de la hegemonía educacional de la que desde hace tantos años ha sido impuesta, para alimentar una sociedad consumista por excelencia.

La Iguana TV / Difunde La Verdad