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Por Eduardo Piñate R.
En la videoconferencia del presidente Nicolás Maduro con las direcciones nacionales del PSUV, la JPSUV y los gobernadores de estado, realizada el 17 de agosto, el camarada Maduro denunció que estamos enfrentando un boicot internacional contra las elecciones de la Asamblea Nacional del 6 de diciembre y allí mismo, planteó la necesidad de salir a combatir este boicot en todos los espacios nacionales e internacionales, armados con la fuerza de nuestra unidad, la justeza de las ideas y objetivos que defendemos y con nuestra superioridad moral.
Obviamente, tal boicot está encabezado por la élite imperialista estadounidense, encabezada por Donald Trump, sus aliados de la Unión Europea y los gobiernos satélites de EEUU en el continente, a la que se suman un ejército de economistas, periodistas, políticos y otros intelectuales, funcionales a los intereses imperiales. Una verdadera internacional contrarrevolucionaria, de carácter fascista y por ende, enemiga de la democracia y de los pueblos.
A un enemigo así debemos enfrentarlo y derrotarlo, en primer lugar, con la unidad y la movilización de todo nuestro pueblo, pues ellos quieren destruir la revolución y la nación venezolana; pretenden fragmentar a Venezuela y repartir sus pedazos entre las transnacionales imperialistas. Por esa razón, tenemos que rechazar contundentemente todas las políticas y acciones que conduzcan a dividir nuestras fuerzas.
En segundo lugar, nuestra superioridad moral nace de nuestra historia. En su Discurso de Angostura, el Libertador sentenció: «Convencida Venezuela de poseer las fuerzas suficientes para repeler a sus opresores, ha pronunciado, por el órgano del Gobierno, su última voluntad de combatir hasta expirar, por defender su vida política, no solo contra la España, sino contra todos los hombres, si todos los hombres se hubiesen degradado tanto que abrazasen la defensa de un gobierno devorador, cuyos únicos móviles son una espada exterminadora y las llamas de la Inquisición. Un gobierno que ya no quiere dominios, sino desiertos; ciudades, sino ruinas; vasallos, sino tumbas. La declaración de la República de Venezuela es el Acta más gloriosa, más heroica, más digna de un pueblo libre…» Esta declaración expresa nuestra voluntad de vencer toda agresión. De esa madera estamos hechos como pueblo.
Preservar la unidad de las fuerzas de la Patria, del bloque histórico patriótico bolivariano, con la voluntad de luchar y vencer de los Gigantes Bolívar y Chávez, acometiendo todas las tareas políticas y organizativas en función de contener y derrotar la pandemia, neutralizar y vencer las amenazas, de estas concretarse, realizar las elecciones en la fecha prevista y garantizar la victoria de nuestras fuerzas, son nuestras tareas principales de estos meses. Seguimos venciendo.
Caracas, 22 de agosto de 2020