Opinión
POR: Geovanni Peña
Un día como hoy nueve de mayo, hace 20 años, recuerdo con cierto estupor que mientras se inauguraba el hospital Materno Infantil, acá en Barinas, en medio de un Aló Presidente, y con un Chávez atento y diligente, se dio la noticia que 153 hombres armados intentaron dar un golpe de estado. Qué no se nos borre aquella incursión violenta llamada Operación Daktari, donde el cubano venezolano Robert Alonso, con unos paramilitares colombianos intentaron llegar a Miraflores para derrocar el gobierno legítimo del comandante Hugo Chávez.
Igualmente, por estos días, el 03 de mayo Pero del 2020, la misma oposición violenta y apátrida y los mismos operadores imperialistas intentaron incursionar por la costas venezolanas en la también inolvidable Operación Gedeón. Militares desertores, apátridas, mercenarios, violentos, en un sueño casi de película pretendían llegar a Miraflores para derrocar, esta vez, al presidente Nicolás Maduro Moros. En Chuao quedó su vergüenza.
Ahora nuevamente la oposición sigue sus caminos violentos. Está vez se nos presenta un candidato títere, arlequín, manejado a sus antojos por una señora golpista, entreguista, perversa, que desean seguir violentando al pueblo a través de sus reiteradas solicitudes de bloqueos, robos y pillaje económico al gobierno de Estados Unidos.
Sus empeños por destruir la paz, la tranquilidad y el bienestar de las grandes mayorías no cesan. Son incansables en su disposición para hacerles daño al pueblo Venezolano, a las instituciones, a civiles y militares, todo con el propósito de llegar a Miraflores para así entregar el país, en bandeja de plata, a las grandes corporaciones petroleras, económicas de la hegemonía mundial es decir al imperio más asesino y cruel del mundo.
Por mucho que lo intenten, por mucho que se esfuercen en transitar por los caminos antidemocráticos, la oposición nunca ganará alguna elección porque el pueblo, pese a la situación país incomoda que ellos han provocado con las sanciones y bloqueos, está consciente que el legado de Chávez y los esfuerzos del presidente Nicolás Maduro son la única garantía para la construcción de la justicia, esperanza y el bienestar social.
Andan ofertando un Misógino, un ser lleno de Xenofobia y Homofobia, patalean en el barro de la miseria, sus odios de clase los hace cada vez más atroces y feroces.
Mientras que nosotros seguimos andando con y desde el Pueblo, llenos de fe en el futuro, entregados a la causa justa, siendo uno más del pueblo, si, eso es Nicolás Maduro Moros un hombre pueblo, un candidato pueblo, con el compromiso amoroso de no abandonar las luchas hacedoras de dignidad social, prosperidad económica y felicidad absoluta.