Opinión

17.Ago.2014 / 05:18 pm / Haga un comentario

El pasado 15 de agosto se cumplieron 10 años de la victoria del pueblo venezolano en el referendo revocatorio urdido por el imperialismo contra el Comandante Presidente Hugo Chávez. Un sonoro y rotundo NO del pueblo venezolano transformó el revocatorio en un referéndum “revolcatorio” para las huestes enemigas de la Patria. Hoy, cuando otros son los retos y escenarios, pero el enemigo imperialista es el mismo, es menester que echemos una ojeada estudiosa a las enseñanzas del Chávez vigoroso, determinado y llanero que, en cadena nacional de radio y televisión, casó la pelea en nombre de la dignidad del pueblo venezolano.

El discurso de convocatoria, en sí mismo, hubiérase de constituir en histórica pieza oratoria, si no es porque la genialidad simbólica, política y militar de Chávez no se hubiera hecho presente en su profunda lucidez.

Sólo un revolucionario demócrata, como Chávez, aceptó el reto aún cuando operaban hechos objetivos que prefiguraban un escenario negativo a la posición patriota. Sin embargo, y he aquí la primera enseñanza, la novel Constitución de la República Bolivariana de Venezuela pautaba la figura del referéndum como manifestación libérrima de la soberanía del pueblo. Chávez, el barinés pleno de principios y moral, como un Sócrates victorioso aceptó el reto. De hecho se pronunció rotunda y democráticamente diciendo: “Los hicimos volver a la Constitución”.

La pedagógica intervención de Chávez ante el país estuvo plena de simbolismo, cultura e historia. Apeló, cómo no, a 2 revolucionarios bienhechores de la Humanidad: a Cristo, Redentor de Los Pobres y a Simón Bolívar, nuestro Libertador. Luego de mencionar a Sucre, hecho llano y sabana, difundió con criolla erudición el arquetipo inmortalizado en la pluma del bardo barinés Alberto Arvelo Torrealba: el catire Florentino, el que le ganó la pelea al diablo.

El planteamiento de Florentino y el diablo ilustró a las grandes mayorías de la dimensión estratégica del reto que se asumía en la confrontación entre los 2 sistemas: el capitalismo diabólico contra el Socialismo humano, encarnado en el llanero. También dicha metáfora dejó claro que, más allá de la contienda electoral, la batalla a ser librada revestía un carácter ético y, ¿porqué no?, espiritual. Era, y es, la batalla de la vida contra la muerte, Eros contra Tanatos, el Bien victorioso contra el Mal traicionero.

“Sepa el cantador sombrío / que yo cumplo con mi ley / y como siete elecciones he ganado / una octava ganaré / allá en las sabanas de Santa Inés. Así declamó Chávez en su intervención, adaptando un verso de Alberto Arvelo Torrealba a su histórico discurso.

Para que no hubiera lugar a dudas, Chávez denunció a los actores maléficos de la trama contra el pueblo venezolano. La viles ejecutorias de George Bush, entonces presidente de Estados Unidos, se encontraban detrás de todas las acciones de los lacayos de oposición que conspiraban en Venezuela. Era el imperio y el imperialismo asesino el planificador, instigador e impulsor del intento de violar la voluntad y la soberanía patriota.

“Anuncio a los venezolanos que me convierto en el Comandante de la Batalla de Santa Inés, a partir de hoy y hasta el referéndum revocatorio”, dijo Chávez. Acto seguido, y demostrando que dicha nominación no era sólo retórica o simbolismo, el barinés explicó la Acción Retardatriz aplicada por Ezequiel Zamora en la inmortal Batalla de Santa Inés para vencer a la oligarquía. Mediante acción retrógrada sería canalizada la fuerza adversaria para la batalla. “La Batalla definitiva será el referéndum revocatorio”, dijo Chávez.

La concreción de la victoria fue obtenida, como en la primera Batalla de Santa Inés, con la participación masiva del pueblo: casi 6 millones de votos se le metieron por el buche a los herederos de la rancia oligarquía y, aunque echan varilla y de la mala, la historia tiene sus marchas y contramarchas, no logran levantar cabeza.

Lo dijo Chávez en su momento: “El 15 de agosto Venezuela cambió para siempre y se consagró en el país definitivamente el modelo de la democracia participativa y protagónica”.

 

Pedro Gerardo Nieves

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación. Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos. Si quiere expresar alguna queja, denuncia, solicitud de ayuda u otro tema de índole general por favor envíe un correo a contacto@psuv.org.ve