Opinión / Francisco Rangel Gómez
Foto: Archivo
Una vez más Venezuela muestra la esencia de su Pueblo, comprometido a fomentar los grandes cambios que en el mundo deben generarse para promover la paz, la cooperación entre naciones, perpetuar la vida en el Planeta. Seguimos siendo pioneros en las iniciativas que rompen esquemas internacionales; esta vez Venezuela representada en Nicolás Maduro elevó propuestas que avivaron reflexiones entre los representantes de las naciones miembros de la ONU.
Nuestro país es ejemplo de los cambios que deben proyectarse a favor de los más vulnerables; cuando alguna nación ha sido blanco de las peores calamidades (provocadas por intereses imperiales), ha sido Venezuela eje central del respaldo y de la solidaridad expresada en ayuda humanitaria para el Pueblo, en pronunciamientos de respaldo a los seres humanos como víctimas certeras y pionera en levantar la voz en nombre de los inocentes.
Es el clamor de la necesidad imperante de cambiar el modelo que hasta ahora gobernó al mundo y desde esta Patria nos hacemos eco del fracaso de ese “modelo” estrictamente económico que dejó a un lado el desarrollo de lo humano, de lo que trasciende, de lo que verdaderamente hace a una nación, que es su Pueblo.
Venezuela a través de su Presidente elevó el mensaje de la esperanza en un cambio necesario que incluso debe comenzar por las organizaciones que supuestamente cumplen la tarea fundamental de velar por los derechos de las naciones y sus pueblos autodeterminados pero que sigue guardando silencio ante las víctimas de atentados terroristas, de masacres y destrucción, de fondos buitres, de bombardeos inclementes cuyo fin es el expansionismo y los intereses económicos.
A través de un discurso (criticado en nuestro país por los de la tendencia entreguista y apátrida) tuvieron voz los países que siguen amedrentados por la fuerza aparente de “potencias” en franca decadencia que seguirán azotando mientras no demostremos la unidad necesaria, mientras sigan existiendo organizaciones complacientes y silenciosas ante el oprobio de humanos que apuntan con armas letales a otros humanos, usando como excusa la religión por mencionar un ejemplo.
Los venezolanos debemos fortalecer y defender la esencia que hemos forjado desde un Gobierno que ocupa su principal atención al desarrollo del ser humano, a sembrar oportunidades para los jóvenes y así resguardar el futuro; un Gobierno que ha dedicado amplios esfuerzos por hacer justicia social, por establecer igualdad de oportunidades; así como el interés inédito por la preservación del ambiente y el equilibrio de los recursos naturales.
El cambio que Venezuela propuso desde la ONU, a través de nuestro vocero legítimo, el presidente Nicolás Maduro, es tan necesario como inminente. Asumamos ser promotores del mensaje de paz, de justicia y de amor a la humanidad que asegurará el desarrollo de generaciones futuras lejos del temor y la violencia, la tolerancia entre hermanos, la perpetuidad de la humanidad yel respeto al carácter soberano de las naciones.
Viviremos y venceremos
@rangelgomez