Opinión
Foto: Archivo
Por: Alcides Martínez
Premio Nacional de Periodismo Popular
El imperio norteamericano y sus países satélites señalan a Nicolás Maduro, como el dictador mas grande del Siglo XXI, el ogro, el que mata a su pueblo. Eso, por su puesto, es el doble discurso que el fascismo utiliza para manipular y engañar a la opinión pública nacional e internacional para justificar la intervención militar extranjera, pero la realidad es otra, sino veamos lo que pasa en Ecuador con el arrastrado de Lenín Moreno, traidor de Rafael Correa y su pueblo que voto por él porque el líder le dio toda la confianza y ahora reprime brutalmente a los ecuatorianos y decreta el Estado de Excepción por solo una protesta que le hicieron por el alza de la gasolina para complacer al FMI.
En Perú, cuna del Cartel de Lima, el Presidente autoproclamado, porque nadie lo eligió, suspendió a todos los Congresistas que fueron electos “Democráticamente” y sin vaselina. En Colombia, Iván Duque, que gobierna con sus paramilitares, asesina a dirigentes campesinos y profundiza los falsos positivos para matar sin contemplación a gente inocente de su propio país. En Argentina el pueblo está tan humillado que ya es un hecho de que saldrán de Macri en las próximas elecciones por tantos abusos de poder y mantener un gobierno de empresario que mata y asesina sin ningún tipo de restricciones como ocurrió Maldonado y ha mantenido presa, sin ningún tipo de causa a la Diputada Milagros Salas por solo defender a su pueblo Mapuche. En Brasil, Temer dio un golpe de estado contra Dilma Roussef y a través de la política del terror Bolsonaro gana las elecciones y allí tiene preso al pobre Lula Da’ Silva, para gobernar sin el adversario que le podía ganar las elecciones de punta a punta. En Estado Unidos, por supuesto, allí esta el dictador mayor, el que se cree amo del mundo, el Anti-cristo que se ha dedicado a intervenir, a invadir y generar guerras en varias naciones del mundo y esto ha generado que se le habrá un juicio político en la Camara Baja de los EEUU para frenar al asesino en serie Donald Trump. Y así otros. Entonces uno se pregunta ¿Dónde está el Dictador? ¿Dónde está Almugre y su OEA? ¿Dónde está la traidora complaciente de la Bachellet?
En Venezuela, con guerra económica, bloqueos, sanciones, guarimbas, quema de gente viva, violencia fascista y asesina, golpe eléctrico, paramilitares y rastrojos, magnicidio frustrado y, sin embargo, Nicolás Maduro, no ha utilizado, lo que por Ley pudiera hacerlo, que es suspender las Garantías Constitucionales como lo hicieron los gobiernos de la Cuarta República para reprimir al pueblo y mantener una dictadura en democracia por más de 40 años.
Queda demostrado ante el mundo que los dictadores están del otro lado del río, que se les cae la careta a tantas alimañas disfrazadas de políticos y embestidos, ilegalmente, por la vía del fraude o por la vía de la violencia, como Presidentes y es por ello, que como no les ha costado nada llegar al poder, pues, en nada les importan sus pueblos.
Mientras eso ocurre en varios países del Continente y el mundo, en Venezuela, hay un pueblo sigue en resistencia apostando a la paz, al amor y siendo ejemplo de democracia probada y el pleno desarrollo de un país potencia que vive y lucha con y para su gente.