Opinión
Foto: @aporrea
Por: Heryck Rangel
La victoria de la Constituyente es sin duda, una oportunidad para el reencuentro nacional, retomar la senda de la paz y la convivencia política, y acabar con la violencia impulsada por los sectores fascistas. Más de 8 millones de venezolanos y venezolanas nos manifestamos y ejercimos nuestro derecho al voto, tal como lo plantea la Constitución, ratificando así nuestro respaldo al liderazgo del Presidente Nicolás Maduro.
La derecha en su ambición y soberbia, no ha querido leer el contundente mensaje que dio el pueblo el pasado 30 de julio de 2017, por el contrario, optó por reeditar uno de sus guiones fracasados, denunciar un supuesto fraude, sin mostrar ni una prueba.
En ésta oportunidad la vocería de la denuncia se la dieron al director de Smartmatic, Antonio Mugica quien denunció «la manipulación de los resultados» de las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente. Los dirigentes de la oposición saben lo desacreditados que están para hablar de fraude electoral.
Tenemos 13 años esperando que el tristemente célebre Henry Ramos Allup, muestre las pruebas del supuesto fraude cometido por el chavismo en el año 2004. En aquella ocasión dijo: «Estamos en la obligación de defender el voto de la gente y rechazamos los resultados ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE); en el día de hoy nos dedicaremos a recabar los elementos probatorios para comprobar ante Venezuela y el mundo el gigantesco fraude, y mañana formularemos la denuncia». Un mañana que nunca llegó, unas pruebas que nunca aparecieron.
En aquellas horas, Antonio Ledezma, llamó a salir a las calles a «defender la victoria porque se ha cometido el fraude más descarado del mundo. Porque este triunfo no nos lo va a arrebatar quien ahora pretende entronizarse en el poder por la vía del fraude». Paradójicamente, años después con el mismo CNE y el mismo sistema, Ledezma resultó electo Alcalde, así como varios de sus correligionarios. Vale destacar que la derecha sólo denuncia que hay fraude, cuando los resultados no le favorecen, cuando obtienen la victoria afirman que el sistema sí funciona.
Así como en 2004, hoy quedan en evidencia las denuncias fraudulentas de una oposición encerrada en su laberinto. No quisieron participar en la Constituyente, pero ya han anunciado que sí lo harán en las Elecciones Regionales, por cierto, con el mismo CNE y el mismo sistema electoral.
Ya hemos perdido la capacidad de asombro, así que no descartamos que en el futuro los dirigentes de la derecha pretendan realizar otras denuncias fraudulentas.