Opinión / Eduardo Piñate
Foto: @EduardoPinateS
Por: Eduardo Piñate R.
Comenzó la campaña para las elecciones de gobernadores del 15 de octubre de este año, la elección número 22 en los 18 años que tiene la Revolución Bolivariana en el Poder. Igual que en el caso de la elección de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente el pasado 30 de julio, este es un proceso electoral que se desenvuelve en medio de la agresión imperialista, consistente en el bloqueo financiero, las amenazas de agresión militar, las sanciones contra funcionarios del Estado y del Gobierno bolivariano y la guerra económica contra nuestro pueblo, que no es otra cosa sino el saqueo del salario de los trabajadores y el ingreso de las familias venezolanas; todo esto estimulado y facilitado por la quinta columna que representa la burguesía parasitaria y los dirigentes de los partidos de derecha en el país.
A diferencia de las elecciones de la Constituyente, en estas si están participando todos los partidos de la oposición con sus propios candidatos y con todas sus garantías, a pesar de que, para efectos de propaganda de guerra, siguen diciendo que el gobierno de Maduro es una dictadura. Ello es el resultado de la derrota del plan golpista con el que llenaron de violencia y muerte al país entre abril y julio de este año. El objetivo de ese plan era provocar un golpe de Estado o una guerra civil que “justificara” una intervención extranjera. Esa es la razón por la que llegaron a la participación electoral y a la mesa de diálogo con el gobierno; pero no han renunciado a la violencia y a la guerra para destruir la Revolución y desmembrar la Patria.
En estas elecciones las fuerzas revolucionarias –que alcanzamos la unidad perfecta en el 99% de los estados de la República– tenemos el desafío de obtener una resonante, contundente e inapelable victoria en todas las gobernaciones, apoyados en la unidad, la conciencia, la organización y la movilización de nuestro pueblo, y en el hecho de que llevamos a los mejores candidatos para profundizar la construcción del Socialismo Bolivariano. Seguimos venciendo.