El pasado 26 de abril del 2017, el Gobierno de Venezuela anunció la decisión de abandonar la Organización de Estados Americanos (OEA) luego de constatar que algunos países al servicio del imperialismo y su secretario general, Luis Almagro, pretendían utilizar este organismo para vulnerar la soberanía venezolana.

La OEA fue fundada en el año 1948 con el fin de afianzar la paz, la seguridad, consolidar la democracia del continente, impulsar el dialogo multilateral y la integración regional, además de procurar la solución de los problemas políticos y económicos de sus miembros. Sin embargo, Estados Unidos ha ejercido una influencia negativa en el seno de la OEA y desvirtuó el verdadero objetivo de este foro.

«La OEA persistió en acciones intrusivas contra la soberanía de nuestra patria y por ende procederemos a retirarnos de la Organización. Nuestra doctrina histórica está enmarcada en la Diplomacia Bolivariana de Paz y nada tiene que ver con la OEA», fueron las palabras de la entonces Canciller, Delcy Rodríguez, luego de que el Consejo Permanente del organismo celebrará una reunión para hablar sobre Venezuela sin contar con el aval del país.

Un día después, Venezuela formalizó el proceso de retiro entregando a la Secretaría General la carta escrita directamente por el presidente constitucional Nicolás Maduro. Desde ese momento comenzaron a transcurrir los 24 meses que dispone la normativa.

«La Venezuela libre e independiente no retornará jamás al seno de esta organización, devenida desde su origen en un instrumento para validar los deseos imperiales contra los pueblos soberanos», reseña la misiva que fue entregada por la embajadora interina de Venezuela ante la OEA, Carmen Luisa Velásquez.

Recientemente, el Estado venezolano a través de su representante en la OEA, Samuel Moncada, explicó recientemente las razones por las que se retiraba de la organización: la primera, porque violan el derecho internacional, la soberanía nacional, la Constitución de la república  y el principio sagrado de la OEA.

La segunda razón, explicó, es la amenaza latente del Gobierno de Estados Unidos contra otros países miembros de la OEA para que se unieran a la estrategia anti-Venezuela.

Moncada también hizo referencia al fraude ocurrido el pasado 3 de abril de 2019 en la OEA, cuando se aprobó una resolución contra Venezuela sin contar con los 18 votos necesarios.

Además, el Estado venezolano denunció nuevamente un comportamiento ilícito y desmedido del secretario general Luis Almagro, quién desde que asumió el mando de la OEA en mayo del 2015, se quito la careta y se convirtió en un peón del imperio para atacar al Gobierno de Venezuela.

«Ha ejercido usted, Sr. Luis Almagro, la peor de las actuaciones jamás conocida en la historia de esta organización. Los tiempos por venir lo destacarán como el más infame y triste funcionario que haya deambulado por ese organismo, y vaya que debió aplicarse para hacer méritos en ese sentido», cita la carta entregada por las autoridades venezolanas

Un ejemplo de sus fracasos es la creación del denominado Grupo de Lima, conformado por gobiernos de derecha y apoyado por Estados Unidos, luego de no lograr activar en la OEA la Carta Democrática Interina para socavar el Gobierno del presidente, Nicolás Maduro. Sin embargo, la agenda del organismo y su secretario general para promover la intervención en el país venezolano continúan hasta la fecha.

La más reciente de sus agresiones se realizó el 9 de abril, cuando en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, reconocieron a Gustavo Tarre Briceño, enviado por el señor Juan Guaidó, como representante de Venezuela, impidiendo así, según la oposición venezolana, el retiro del país de la instancia.

No obstante, la resolución resultó ser otro de sus fracasos, pues algunos países miembros de la instancia la consideraron como nula y sin efecto jurídico.

Luego de transcurridos 24 meses de la solicitud que hiciera el presidente Nicolás Maduro de retirar a Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA), este 27 de abril del 2019 Venezuela abandona formalmente esta instancia, demostrando con este hecho que la patria de Bolívar es soberana e independiente.

«La OEA no sirve para nada»

Las acciones injerencistas de la Organización de Estados Americanos (OEA) fueron criticadas en el pasado por el comandante Hugo Chávez, cuando mencionaba que está solo servía a los intereses del imperio norteamericano.

Asimismo, el líder de la Revolución Bolivariana en varías oportunidades mencionó que la nación podría abandonar la OEA y convocar a los pueblos de este continente a liberarse de esos viejos instrumentos y crear una organización libre.

«No sirve para nada, porque sirve solo para los intereses del imperio, a los intereses hegemónicos del capitalismo mundial en este continente y eso hay que denunciarlo … ¿Cuando la OEA se ha pronunciado en torno a todas las agresiones que ha sufrido Cuba… cuando la OEA se ha pronunciado acerca de todas las agresiones que ha sufrido Venezuela incluso el Golpe de Estado de 2002, y de todo lo que aquí ha ocurrido?», dijo durante una reunión de Cancilleres de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) celebrada el 25 de mayo del 2009.

AVN