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Foto: Prensa Mincomunas
A propósito de los hechos históricos ocurridos el 11, 12 y 13 de abril de 2022, este miércoles fue realizado el foro ‘13A: Dignidad Nacional’, para rememorar la victoria del pueblo venezolano que con conciencia infalible salió a las calles a defender el proyecto revolucionario.
En ese momento la oposición apoyada por el imperialismo estadounidense y con el control de los medios de comunicación, ideó un plan para regresar al poder por la fuerza y deponer al comandante Hugo Chávez, electo democráticamente en 1999.
El ministro del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales, Jorge Arreaza, recordó que el detonante para la derecha venezolana fue la aprobación de las 49 leyes habilitantes en noviembre de 2001, de las cuales 4 o 5 tocaban la estructura económica y los intereses de la oligarquía económica nacional.
“La reacción patronal fue un llamado a paro el 10 de diciembre de 2001, los trabajadores no podían entrar a sus centros de trabajo y luego vino el episodio de Pdvsa más tarde, el centro de nuestra economía y el centro de nuestra política donde se estaban generando las grandes contradicciones”, dijo.
Arreaza explicó que el 13 de abril fue una especie de 27 de febrero, pero con otras circunstancias y una conciencia superior, y también precisó que el componente mediático fue fundamental para comprobar lo que en realidad sucedía.
“Hay una pugna histórica entre el pueblo por mantenerse en el poder político y la oligarquía por regresar, si lo llevamos a un nivel superior, sería la Patria o contra el imperio”.
El Ministro recalcó que Venezuela sigue estando en el epicentro de los acontecimientos mundiales debido a sus recursos naturales apetecibles para las potencias capitalistas.
“Una disputa en un país cuyo territorio está bendito, bendecido y llenos de recursos naturales que le son útiles al capitalismo para seguir reproduciendo su modelo y estando allí en el centro de la mira del capital […]. Contamos con un pueblo que ha dado la batalla”.
El historiador Henry Navas acotó que aquellas 49 leyes harían posible llevar a cabo la Constitución de 1999 para avanzar en nuevas líneas de trabajo enmarcadas en un nuevo proceso.
Navas dijo que la huelga patronal significó de alguna manera el ensayo de lo que vendría en enero de 2002, cuando se logró constituir una suerte se unión popular tanto en la élite eclesiástica como en los medios de comunicación y del sindicalismo copeyano.
“Fue un plan dirigido desde el imperialismo estadounidense para deponer al presidente. Digamos que el movimiento popular estuvo en combate diario y permanente para detener la ofensiva que se organizaba”.
Prensa Mincomunas