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La Organización de Naciones Unidas (ONU) saludó a China por eliminar la pobreza extrema y consideró que el acontecimiento es motivo de esperanza e inspiración para el resto del planeta, sostiene la agencia Xinhua.
El secretario general del organismo multilateral, António Guterres, transmitió las felicitaciones al presidente Xi Jinping, al tiempo que destacó su visión y liderazgo en la campaña contra el flagelo, así como también los planes para elevar el bienestar de toda la población.
“(China) muestra la importancia del compromiso político en todos los niveles de gobierno y la estabilidad política para mejorar las condiciones de los más pobres y vulnerables”, precisó el alto funcionario de Naciones Unidas.
Para Guterres, el fin de la pauperización es un logro y un aporte significativo hacia la construcción de un mundo mejor y más próspero, como lo prevé la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Asimismo, alabó la promoción de modelos de desarrollo “verdes, abiertos, impulsados por la innovación y que trabajan para beneficiar a todos”.
El pasado 25 de febrero Xi Jinping declaró el fin de la pobreza extrema en China y destacó los avances socioeconómicos alcanzados en el país desde 2012, mientras luchó contra un flagelo que arrastraba durante siglos, refiere Prensa Latina.
La nación asiática destinó casi 246 mil millones de dólares a la campaña, en los últimos ocho años sacó de la miseria a 98,99 millones de individuos y mejoró las condiciones de vida en sus 832 condados rurales más desfavorecidos.
No obstante, Xi urgió esfuerzos redoblados desde el Partido Comunista para solucionar los problemas que enfrentan los campesinos en la agricultura y así consolidar los resultados de la lucha antipobreza con la revitalización rural.
Su acotación se sustenta en el desafío de diseñar planes que ayuden a evitar que los residentes de esas áreas vuelvan al atraso.
De manera general, más de 770 millones de personas en China abandonaron la miseria desde finales de la década de 1970.
El país cumplió así con esa meta de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas una década antes de lo programado.
La campaña formó parte de un ambicioso plan que debe concluir con la construcción de una sociedad modestamente próspera, y por tanto todos los ciudadanos deben vivir de forma digna.
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