Noticias
Foto: @CancilleriaVE
“Concedemos que el Venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, de ahora en adelante sea exclamado beato y que sea celebrado cada año, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, resaltó el nuncio apostólico de Venezuela, Aldo Giordano, durante la homilía de beatificación del médico venezolano, este viernes, en Caracas, en la iglesia San Juan Bautista del Colegio La Salle.
Giordano resaltó que “a partir de hoy el beato José Gregorio Hernández ya no pertenece únicamente a los venezolanos, sino que desde Venezuela se dona a la iglesia universal y al mundo entero”.
En la ceremonia, amenizada por cantos litúrgicos, un familiar del beato José Gregorio Hernández develó la imagen del médico de los pobres como acto simbólico.
Aldo Giordano agradeció al Papa Francisco por haberle concedido la beatificación del doctor Hernández.
“El doctor José Gregorio Hernández nos confirma que Venezuela es y será tierra de gracia, el nuevo beato es capaz de unir a todos los venezolanos”, resaltó Giordano.
Asimismo, significó que el doctor Hernández es “sin duda uno de los mejores venezolanos de todos los tiempos”.
Ante la situación generada por la pandemia del Covid-19 en el ámbito global, señaló que la iglesia rinde homenaje con la beatificación del Venerable para que interceda por la llegada de las vacunas a todos los pueblos del mundo.
En el Día de Júbilo, Aldo Giordano deseó que el nuevo beato conceda el milagro de la reconciliación y la unidad nacional para el bienestar del pueblo.
José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en la localidad de Isnotú, estado de Trujillo, con padres de ascendencia canaria y colombiana, y en 1888 se graduó de médico en la Universidad Central de Venezuela. Falleció en 1919 al ser golpeado por un vehículo en movimiento, en la parroquia La Pastora, centro de Caracas.
Se dedicó a la medicina con vocación de ayudar a los más vulnerables. En Venezuela y en países de la región fue reconocido por su labor en favor de los desfavorecidos y sus reivindicaciones para reclamar la atención de los gobiernos hacia el interior de su nación, refiere Telesur.
Su proceso de beatificación y canonización comenzó en 1949, impulsado por el entonces arzobispo de Caracas, monseñor Lucas Guillermo Castillo.
El 16 de enero de 1986 fue declarado Venerable por el Papa Juan Pablo II. El 9 de enero de 2020, la Comisión Médica de la Congregación para las Causas de los Santos aprobó el milagro atribuido a su intercesión: la curación de una niña alcanzada por una bala en la cabeza disparada por unos hombres que querían robar a su padre. Un milagro que también fue aprobado, el 27 de abril de 2020, por la Comisión Teológica, refiere la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en su página web.
AVN