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Foto: Cortesía
Por Wilmer Armando Depablos
Cuando estudiamos al filósofo mexicano, Fernando Buen Abad, y rector internacional de la Universidad Internacional de las Comunicaciones (UICOM) que dirige la rectora y vicepresidenta para formación y doctrina del Partido Socialista de Venezuela (PSUV), la camarada, Tania Díaz, aprendemos lo importante que es una imagen y porque el estudio de la semiótica de la comunicación. Este es un ejemplo muy claro de ello.
Hace años, oíamos todos a una mujer en las calles de Caracas, cuando a viva voz gritaba «yo quiero que me devuelvan a Chávez» exigiendo el respeto a su sagrado voto, ahí vimos una imagen en movimiento y un audio que evidenciaba su reclamo con profunda convicción y dolor. Hoy los audios e imágenes en movimiento no son necesarios cuando se capta en una lente momentos como los que evidencia está simple foto, catalogada por nuestro propio ministro del poder popular para la comunicación el paisano, Freddy Ñañez, de hermosa y sublime.
Pasé todo el día 03 de diciembre entre medios nacionales e internacionales de radio y televisión junto a las redes analizando el evento electoral, inédito e histórico que ocurría en nuestro amado país pero me vi obligado hacer un alto racional, emocional y espiritual cuando en las redes apareció está foto e imagen que atravesó la más profundas fibras de mi ser.
Una mujer indígena con su hijo alzado y sus pechos descubiertos, ejerciendo el más sagrado deber de una venezolana (o) en defensa de la patria, la soberanía territorial del suelo que heredamos de nuestros Libertadores. ¡Sublime!
Perdonen que escriba en primera persona pero como compartir con toda la militancia y nuestro pueblo, ese momento sagrado que evidencia que Chávez con su verbo llegó a las catacumbas del pueblo más humilde, del pueblo originario, y atravesó sus huesos y nos creo consciencia patria. Por eso hoy con absoluta certeza podemos decir, sin temor a equivocarnos: Chávez vive, la lucha sigue.
Así como el museo del Louvre en Paris, capital de Francia, exhibe cuadros de la historia, esta imagen, debería estar en cada espacio cultural de nuestro país como símbolo de la resistencia Bolivariana ante las nuevas pretensiones monrroistas hoy más vigentes que nunca. Digámosle a nuestro pueblo y al mundo, que este pueblo en resistencia jamás aceptará ser colonia o neocolonia de gobierno o trasnacional alguna, como se evidencia hoy en la República Cooperativa de Guyana con un presidente neo colonizado que se subordina ante la ExxonMobil traicionando a su propio pueblo.
Desde Venezuela, donde hemos hecho uso del derecho constitucional, al celebrar el reciente Referéndum Consultivo, donde acabamos de celebrar el foro antiimperialista denominado «Bolivarianismo vs. Monrroismo» y donde hoy se lleva a cabo el II Congreso Internacional de la Comunicación, le decimos al pueblo hermano de Guyana que nuestro conflicto lo resolveremos en el marco del derecho internacional público conforme al Acuerdo de Ginebra, en el marco de la Doctrina Bolivariana de Paz y sin permitir que terceras partes interesadas manipulen o sustituyan la voluntad de dos pueblos hermanos.