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17.Dic.2017 / 09:09 am / Haga un comentario

Foto: AVN

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Este domingo 17 de diciembre, se conmemoran los 187 años de la muerte del Libertador Simón Bolívar, artífice de la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y Venezuela bajo una visión marcada por lo nuestroamericano, reflejada en discursos y documentos de valor histórico en el continente como la Carta de Jamaica o el Manifiesto de Cartagena.

Esa óptica comenzó a construirse desde su infancia, bajo la influencia de la Negra Matea, quien cuidó de él, y maestros como Andrés Bello, José Antonio Negrete, Guillermo Pelgrón, el padre Francisco Andújar y uno de sus mayores referentes: Simón Rodríguez.

Con una vida signada por la pérdida temprana de sus padres y, ya hombre, de su esposa, María Teresa del Toro, Bolívar viaja a Europa y Estados Unidos entre 1802 y 1807, periodo en el que finalmente decide aceptar el reto de liberar del yugo español al país que lo vio nacer.

Así, retorna al país para emprender un combate que condujo a la declaratoria de la independencia en Venezuela, en 1811, en el contexto de la Primera República, que cae en 1812.

En 1813, desde Colombia, Bolívar emprende la Campaña Admirable, que le vale el título honorífico de Libertador, concedido por el Cabildo de Mérida en Venezuela y ratificado luego en Caracas.

Al año siguiente, con la segunda República herida de muerte, se mantiene en combate y suma con el pasar del tiempo victorias que contribuyen al avance del movimiento independentista en el continente, como la Batalla de Boyacá, librada el 7 de agosto de 1819; la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821; y la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824.

El avance, sin embargo, no estuvo exento de riesgos: el 25 de septiembre de 1828 vivió la Conspiración Septembrina, como se conoce a su intento de asesinato, y el proyecto de la Gran Colombia cedió dos años luego ante los agentes que pretendían su disolución.

Frente a ese panorama, Bolívar renuncia a su condición de presidente de ese territorio el 27 de abril de 1830. Casi ocho meses después, firma su testamento y la carta conocida como Última Proclama, en la cual plasma una de sus más célebres frases: «Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro».

El Libertador falleció, a los 47 años de edad, el 17 de diciembre, a consecuencia de tuberculosis. Tal como rezó un comunicado de la época, ese día «A la una y tres minutos de la tarde murió el sol de Colombia».

Para recordar la fecha, se realizan este domingo actos protocolares en Caracas y otras localidades del continente.

AVN

 

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