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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reiteró este lunes que tiene la consciencia tranquila porque no cometió ningún acto ilícito para ser destituida de su cargo.
«No fueron actos practicados para enriquecerme indebidamente», aseveró Rousseff y afirmó. «Cuando un presidente realiza esos actos administrativos lo hace basado en una cadena de decisiones, técnicos y jurídicos, y entonces ahí el presidente firma esos hechos».
«Tengo la conciencia tranquila, no los hice ilegalmente», aseguró la mandataria brasileña.
Rousseff indicó que la «Constitución estipula que es necesario que existan crímenes de responsabilidad para que una persona pueda abandonar el cargo de presidente de la República».Recordó que cuando fue electa presidenta recibió más de 50 millones de votos.
«Los actos por los que me acusan fueron practicados por otros presidentes antes de mi y no fueron categorizados como actos ilegales», señaló.
Condenó a la derecha brasileña porque no permitirle gobernar en los últimos 15 meses.
Telesur