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En un correo electrónico interno enviado por la directora de Salud del Suelo, Bianca Moebius-Clune, los funcionarios recibieron una lista de términos «prohibidos» y sus reemplazos aceptables, en concordancia con la perspectiva del presidente de EE.UU., Donald Trump, de que la actividad humana y las regulaciones del Estado para controlar la temperatura de nuestro planeta no tienen un impacto real.
“El correo electrónico de la señora Moebius-Cline indicó que la adaptación al cambio climático debería ser suplantada con la frase resistencia a los extremos del clima», reseñó BBC.
Igualmente, instruyó al plantel del Servicio de Conservación de Recursos Naturales a reemplazar «reducción de gases con efecto invernadero» por «incremento de la eficiencia del uso de nutrientes», y «aislar emisiones de carbono» por «producir suelos de materia orgánica».
Los cambios también parecen apoyar las repetidas afirmaciones de la administración Trump de que promulgará políticas que restauren la industria de carbón estadounidense, que ha estado en declive desde los años 70.
Moebius-Cline recalcó en su correo que «no cambiaremos el modelo, únicamente la manera en la que hablamos de éste. Hay muchos beneficios de poner el carbón otra vez en la agenda».
El presidente Trump dijo en una ocasión que el cambio climático era un engaño perpetrado por los chinos y que su rechazo al Acuerdo de París se debía a que ese pacto internacional colocaba a los trabajadores estadounidenses en una «desventaja económica».
Los críticos de Trump alegan que su gobierno ha demostrado una continua desestimación de la evidencia científica sobre el cambio climático y que el mandatario no ha presentado datos rigurosos para respaldar sus políticas.
AVN