Opinión / Noticias / Antonia Muñoz

31.May.2017 / 01:39 pm / Haga un comentario

Foto: Referencial

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En los dos  artículos anteriores se ha calificado de CRIMEN  a la violencia en la calle liderada por la oposición y a la especulación generalizada liderada por comerciantes de todos los tamaños y tendencias políticas. Hoy preguntamos por enésima vez ¿Por qué tanta permisividad con las y los especuladores, que en buena medida  son enemigos número uno  de la Revolución Bolivariana? No sabemos, si quienes deciden  la política en general y la política económica en particular, reconocen que la sordera e indolencia, de muchos actores políticos hacia los problemas reales del pueblo, es una de las principales causas para que EL AMOR SE ENFRÍE Y EL AMOR SE MUDE. En este caso nos referimos al amor político. Nos remitimos a lo ocurrido el 06 de diciembre de 2015. No esperábamos que la gente nos castigara como lo hizo. Por un lado, se abstuvo un buen número de electores que hasta abril de 2013 apoyó a la Revolución Bolivariana; otros pocos decidieron darnos la espalda porque nos responsabilizaron del desabastecimiento inducido por el acaparamiento y el contrabando de extracción; lo cual, como todos recordamos, produjo un aumento escandaloso de los precios de muchos productos de consumo masivo.

 Creímos que era suficiente con la explicación de la guerra económica y sus efectos. Nosotros mismos como dolientes de la Revolución y del país, entre febrero y noviembre de 2015 llevamos una charla sobre el tema a todos los rincones dentro y fuera del estado donde quisieron oírnos. Pues no, aunque mucha gente  entendía lo de la guerra económica, también se preguntaba ¿Y que está haciendo nuestro gobierno para meter en cintura a los acaparadores de todos los colores políticos? ¿Y qué está haciendo el gobierno con el contrabando de extracción que tantas veces pasa raudo, veloz, y no precisamente invisible, por las alcabalas? ¿Y qué está haciendo nuestro gobierno por meter en cintura a los bachaqueros de todos los tamaños y jerarquías, quienes no actúan ni a escondidas ni encapuchados? Me permito alertar que esta política de “dejar hacer y dejar pasar” no ha cambiado significativamente. En otras palabras, pareciera que nos negamos a  revisar y rectificar. En conclusión, si seguimos haciendo las cosas de la misma manera…No podemos esperar resultados diferentes. En este sentido a recomendación es: no nos enfrasquemos sólo en la Constituyente como la panacea a todos nuestros males, y dejemos realenga a la Inflación y a la especulación como una de las causas de la primera. En toda esta problemática económica la corrupción aparece como eje transversal, y muy pocas veces lo reconocemos.

Queridos hermanos y hermanas, una de las primeras correcciones que  debemos acometer en nuestra Revolución es proscribir la sordera. En primer lugar, porque El preámbulo de la CRBV aprobada el 15 de diciembre de 1999,  reza que Refundar la República implica crear una sociedad Democrática Participativa y Protagónica, lo cual implica, entre otras cosas, escuchar al pueblo para poder “gobernar obedeciendo”. En segundo lugar, debemos aborrecer la sordera política, porque las y los revolucionarios estamos llamados a ser humildes; y para ser coherentes con nuestras prédicas, podríamos comenzar por dar ejemplo, no despreciando tan abiertamente la opinión de los demás. Por eso una vez más les pedimos que nos digan en cadena, si es posible ¿Qué haremos en la práctica con esta inflación que nos devora los salarios? ¿Qué haremos con tantos especuladores varios pinto desatados, quienes actúan con el mayor desparpajo, ante la seguridad que no los alcanzarán las sanciones que se  plantean en el Art. 114 de la CRBV y que se explicitan en la Ley de Precios Justos?  ¿Cuándo será el día que el precio de los alimentos procesados por la agroindustria guardará una justa relación  con el precio que reciben por ellos los productores primarios?

 Tenemos claro que la inflación es multifactorial. Sabemos que a mayor producción y productividad, habrá mayor oferta y los precios deberían bajar, siempre y cuando se controlen los especuladores y usureros, a quienes de paso les sobran cómplices. Sabemos que si sacamos a la calle dinero que no esté respaldado por producción generamos inflación. Por eso no podemos estar gastando dinero que no hemos generado con trabajo. También sabemos que si la mayoría de quienes producen bienes y servicios tienen que adquirir su materia prima a dólar realengo o conspirador; los precios serán altos. Queremos saber ¿Por qué algunos alimentos y medicinas que se importan con dólares preferenciales son costosos en el país? Esperamos que muchas de las  interrogantes anteriores sean respondidas y corregidas satisfactoriamente con las discusiones de la Asamblea Nacional Constituyente, cuando aborden el tema del modelo económico post-petrolero.

Finalmente, los casos que ilustran la especulación cuya corrección reclamamos, los presentaremos la próxima semana con el favor de Dios, porque por hoy nos falta espacio y tiempo. Durante los últimos años hemos explicado muchos casos; sin embargo,  porque somos constantes, la próxima semana le daremos un repaso. Tal vez se cumpla aquello que nos dijo Simón Bolívar, en el manifiesto de Carúpano, el 07 de septiembre de 1814. “DIOS CONCEDE LA VICTORIA A LA CONSTANCIA”. ¡CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA HONESTA, SOBERANA Y JUSTA SIGUE!

Guanare, miércoles 31 de mayo de 2017.

 

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