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Foto: Archivo
En el programa Aló, Presidente, número 362, el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, enalteció al Libertador Simón Bolívar, recordando su consagración a la lucha por la independencia de la patria grande e instó a los venezolanos a repetir su ejemplo.
«Libremos a nuestros niños de la amenaza del capitalismo, de la amenaza del imperialismo. Hagamos realidad para ellos la mayor suma de felicidad posible, como dijo el niño Bolívar, el padre Bolívar (…) Nosotros tenemos que ser dignos como él, hijos dignos de él», expresó el comandante desde el abasto Bicentenario 27 de Febrero, ubicado en Guarenas, Trapichito, estado Miranda, donde el 18 de julio de 2010 se realizó el programa, seis días antes de celebrarse el natalicio del Libertador.
Durante esa emisión dominical, tras compartir con niños de la Orquesta Sinfónica de Guarenas y los trabajadores del abasto, Chávez recordó eventos que demostraron la oposición rotunda del Libertador a injerencias e intentos de dominación imperiales.
Mencionó la ocasión en que Bolívar ordenó la captura y confiscación de las embarcaciones norteamericanas Tigre y Libertad, que pretendían suministrar armas a las tropas realistas (1818). A través de su representante, John B. Irvine, Estados Unidos solicitó la devolución e indemnización de las goletas, a lo que el Libertador se negó rotundamente y, de acuerdo con el relato de Chávez, respondió: «Mire, en cuanto a sus amenazas, sepa usted que aquí en Venezuela en 10 años de guerra, ya casi 10, ha muerto la mitad de nuestros compatriotas, y nosotros, los que aquí quedamos, estamos ansiosos por correr la misma suerte, si tuviéramos que morir todos enfrentando al mundo entero».
Ese día también dio detalles al pueblo venezolano sobre la exhumación de los restos del Libertador, que se había efectuado dos días antes, por medio de la cual, tras una serie de estudios, se pudo constatar la causa de muerte y la fisionomía del rostro.
«Las piernas las tiene arqueadas ¡Claro! si anduvo a caballo toda la vida, arqueados los huesos de las piernas, y la frente imperturbable, grande, grande, el cerebro grande, ¿eh?, un pensador gigantesco y la mano estirada así, está derechito como parado firme, como soldado; ¡Claro, soldado es! Bolívar», dijo.
El Mandatario informó igualmente que la urna de plomo donde se encontraba, que estaba deteriorando los huesos, fue reemplazada por un recipiente de cristal, que se introdujo dentro de otro de madera, todos materiales venezolanos.
Asimismo, recordó obras dedicadas a Bolívar como la canción A Simón Bolívar, del uruguayo Rubén Lena; el poema Un canto para Bolívar, del chileno Pablo Neruda; Oda, del nicaragüense Rubén Darío; Oración a Simón Bolívar en la noche negra de América, de Mahfud Massis, así como Canción Bolivariana y Reláfica de la Negra Hipólita, de los venezolanos Alí Primera y Andrés Eloy Blanco, respectivamente.
«Yo pido que saquemos todas las canciones de Bolívar, pongan por las radios nuestras todas las canciones dedicadas a Bolívar, los poemas y vamos a aprendernos la poesía bolivariana, a los niños, a las niñas, a todos», insistió Chávez, al tiempo que declamó la Reláfica de la Negra Hipólita.