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12.Dic.2014 / 11:15 am / Haga un comentario

Foto: Archivo

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) se ha consolidado en los últimos 10 años como un bloque que ha vencido la hegemonía del capitalismo para promover relaciones de integración y complementariedad, e impulsar el crecimiento económico de la región.

El Alba que nació en La Habana, Cuba, el 14 de noviembre de 2004, ha crecido obteniendo logros sustanciales en desarrollo humano, social y económico para sus 10 países miembros.

De este modo, entre 2004 y 2014 la economía del bloque conformado por Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Ecuador, Venezuela, Cuba, Bolivia, Dominica, Nicaragua y Santa Lucía, experimentó un incremento de 25% en su Producto Interno Bruto (PIB).

Para el secretario ejecutivo de este bloque, Rodolfo Sanz, la praxis de intercambio comercial del Alba ha contrarrestado lo que ha sido la existencia y el ejercicio del capitalismo clásico en los países que integran el bloque y sus naciones aliadas.

«Precisamente uno de los grandes logros del Alba ha sido desmontar la teoría de Estados Unidos sobre la no existencia de nuevas alternativas para el desarrollo de las naciones y haber diseñado una vía distinta que hoy puede servir de ejemplo o inspiración a otras partes del mundo, incluida Europa», aseveró.

«Por eso los pueblos del mundo ven a (Hugo) Chávez como un líder mundial, porque fue el promotor, el ideólogo e impulsor de un proyecto con principios radicalmente opuestos a otras economías capitalistas», resaltó Sanz en declaraciones recientes.

Recordó que la instancia surgió como una alternativa a lo que se presentaba como algo indefectible, la creación del Área de Libre Comercio para las Américas (Alca).

Apuntó que desde el principio el planteamiento de los comandantes revolucionarios Hugo Chávez y Fidel Castro, para impulsar el Alba fue la necesidad de buscar una alternativa que diera otra respuesta a los problemas del desarrollo.

Para Alfredo Serrano, economista y autor del libro El pensamiento económico de Hugo Chávez, el líder socialista entendió la necesidad de hacer frente a la intención de Estados Unidos de incorporar a los pueblos de América Latina al Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), y promover en cambio, un proceso de unidad e integración de los países del Sur.

El Alca promovía la desigualdad entre las economías hiperdesarrolladas del norte y las de Latinoamérica, al crear normas comerciales supranacionales que limitaran la capacidad de acción y control de los gobiernos nacionales sobre las actividades de los inversores.

También beneficiaba a las transnacionales con acuerdos que redujeran los costos salariales e impositivos de las corporaciones al mínimo.

«Chávez se opuso al Alca y a la hegemonía y dominio del gran capital transnacional y planteó la complementariedad entre los países latinoamericanos donde el mecanismo de integración prioriza la solidaridad y no la ganancia, para resolver las necesidades de la región e incrementar su desarrollo social», indicó Serrano en conversación con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).

Mecanismos de integración

En sus primeros 10 años de funcionamiento, el Alba ha consolidado un conjunto de mecanismos de intregración, entre los que figura la creación del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) y del Banco del Alba.

El Sucre representa una unidad de cuenta que sirve para el intercambio comercial y las operaciones de exportación e importación entre las naciones. Su valor depende de una canasta de monedas conformada por las medidas de cambio de los países del Alba que suscriban su Tratado Constitutivo.

Este instrumento creado en 2010 permite el pago de las operaciones con el dinero de cada una de las naciones integrantes, lo cual representa un ahorro en divisas, así como una reducción de los costos de las transacciones. Hasta esta fecha se han realizado transacciones comerciales a través del Sucre por más de 2.200 millones de dólares.

«Esta cantidad equivale a 1.600 millones de Sucres, lo que nos muestra que la moneda única se está posicionando y se ven buenos resultados», explicó el titular del Consejo Monetario del Sucre, Eduomar Tovar, en recientes declaraciones.

«Estamos en el camino correcto, porque este sistema nos ayuda a fortalecer el comercio y la parte productiva de la región latinoamericana y caribeña», agregó.

Por su parte, el Banco del Alba integrado por Bolivia, Nicaragua, Venezuela, San Vicente y Las Granadinas y Dominica, nació en 2008 como una entidad financiera regional para impulsar el desarrollo social y económico y romper los mecanismos especuladores del capitalismo.

La institución tiene como premisa la cooperación y la equidad, con igualdad de derechos en la toma de decisiones de todos los países miembros.

Este organismo internacional financia proyectos de desarrollo económico en sectores claves, orientados a mejorar la productividad y eficiencia, la generación de empleos, el desarrollo científico-técnico, la innovación, el desarrollo de cadenas productivas, la agregación de valor, la maximización del uso de materias primas producidas en la región, la protección de los recursos naturales y la conservación del medio ambiente.

Además, tiene entre sus áreas de acción el desarrollo social (salud, educación, vivienda, seguridad social, desarrollo comunitario, economía social), la democracia participativa, la reducción de la exclusión y la eliminación de la discriminación; la conexión de infraestructura de los países miembros; la micro, pequeña, mediana producción y economías asociativas; y las empresas binacionales o grannacionales.

Hasta 2013, la entidad había destinado más de 170 millones de dólares a los programas Alba Educación, Alba Cultural y Alba Salud.

También el Banco del Alba puede crear fondos de financiamiento orientados al desarrollo económico, social y ambiental; la asistencia técnica, investigación, desarrollo, transferencia y absorción de tecnología; y la práctica del comercio justo de bienes y servicios.

En 2013, la institución anunció la inversión de 25 millones de dólares para financiar a productores venezolanos que generen artículos con calidad para mercados externos, a fin de promover la capacidad exportadora del país.

Grannacionales con acento social

Gracias al Alba se han podido crear una serie de empresas grannacionales vinculadas a diferentes áreas industriales y agroindustriales de los países.

Las empresas grannacionales se diferencian de las empresas trasnacionales en su concepción y objetivo; mientras que las primeras trabajan en función del ser humano y la satisfacción de sus necesidades, las segundas trabajan en función del capital y el mercado.

Con la creación de empresas grannacionales se busca satisfacer las necesidades sociales de las grandes mayorías, tratando de superar las barreras nacionales para fortalecer las capacidades de la región.

De este modo, se potencia al máximo las capacidades de cada país: recursos energéticos, disponibilidad financiera, disposición de materias primas, recurso humano calificado, desarrollo científico y tecnológico.

Actualmente, existen en la región un conjunto de empresas grannacionales que han permitido atender diversas necesidades de los 75 millones de personas que habitan dentro de las naciones que integran el Alba.

Una de ellas es la grannacional Albamed que se encarga de producir y distribuir medicamentos esenciales a bajo costo para personas de escasos recursos.

También resaltan Alba-Cultura para el intercambio de saberes y el acercamiento de los pueblos, como pilares fundamentales para la soberanía comunicacional y cultural; y el proyecto Alba-Alimentos, que cuenta con un fondo de 50 millones de dólares, que ha permitido impulsar planes agrícolas y pecuarios en Suramérica, Centroamérica y el Caribe.

Entre otras iniciativas se encuentran la Red de Ciencia, Tecnología e Innovación del Alba, creada en diciembre de 2009; la Empresa Constructora del Alba, una entidad mixta cubano-venezolana que se encuentra activa construyendo casas en ambos países; la empresa Grannacional de Manufactura, Ciencia y Teconología; la empresa Albatel, que permite ampliar las telecomunicaciones en las naciones del bloque.

Asimismo, se encuentra Pescalba, en la que Venezuela y Cuba se encargan de cubrir los servicios navieros marítimos y de pesca con dos barcos y tripulaciones conformadas por unos 100 operarios y trabajadores de ambos países para la transmisión mutua de experiencias.

Desafíos económicos

Al cumplir sus 10 primeros años de funcionamiento el Alba se enfrenta al reto de seguir promoviendo nuevas formas de integración para seguir mejorando la calidad de vida de sus pueblos.

«El Alba es una creación milagrosa del nuevo humanismo latinoamericano y caribeño, que ha logrado en lo social un impacto gigantesco para avanzar sobre la pobreza y para construir la igualdad», destacó en recientes declaraciones el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, al tiempo en que recalcó que para fortalecer la labor hasta ahora hecha se tiene una agenda pendiente, especialmente en materia económica.

En ese sentido, recalcó que entre esa agenda está la expansión del Banco del Alba, como un gran banco de financiamiento de desarrollo que impulse proyectos de infraestructura y que permita el crecimiento económico en los países del Alba y en naciones que lo requieran.

De igual modo, en noviembre pasado se acordó la creación de una zona económica entre Petrocaribe, el Alba, el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Comunidad del Caribe (Caricom).

Esta instancia contribuirá a fortalecer las relaciones entre dichos procesos regionales y constituirá un espacio para fomentar la integración productiva de manera solidaria y justa, basada en el aprovechamiento de las complementariedades y en los mecanismos regionales de integración ya existentes.

Asimismo fomentará el incremento del comercio de bienes originarios, los programas de cooperación conjunta para identificar y desarrollar proyectos de complementariedad económica; y el diseño de mecanismos que aseguren un mayor equilibrio en el intercambio comercial para reducir las asimetrías económicas existentes entre los distintos países.

«Si logramos desde el punto de vista económico, de inversiones conjuntas, de desarrollos tecnológicos conjuntos y vinculados a la tecnología, de comercio interregional cada vez más elevados, de intercambio de nuestras empresas para que vengan y vayan a cada uno de nuestros países a trabajar juntos, seguiremos en el camino del bien de manera rápida y con calidad», destacó el Jefe de Estado venezolano.

AVN

 

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