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ABN.- Los fuerzas militares hondureñas comenzaron este viernes una nueva arremetida de presión contra la embajada de Brasil en Tegucigalpa, al lanzar bombas de gas y bloquear la entrada de insumos a la sede diplomática donde se mantiene resguardado el presidente legítimo, Manuel Zelaya.
De acuerdo con el reporte de la corresponsal de Telesur, Adriana Sívori, varias de las personas que se encuentran en la embajada empezaron a sangrar por la nariz y por la orina, mientras uno de los médicos que se encuentra en la sede se encarga de atenderlos.
La sede diplomática se encuentra rodeada por efectivos militares y policías, en tanto que el gobierno de facto de Roberto Micheletti sigue negándose al diálogo con Zelaya.
Este jueves ingresaron representantes de la iglesia católica para conversar con el presidente constitucional sobre todas las irregularidades que está sufriendo este país.
Luego, Zelaya se reunió con Elvin Santos (de su mismo Partido Liberal), Porfirio Lobo (Partido Nacional), Felícito Avila (Democracia Cristiana) y Bernard Martínez (Partido Integración y Unidad), candidatos a las elecciones inicialmente previstas para noviembre pero adelantadas para octubre por los golpistas.
En el encuentro de dos horas se conversó acerca de la búsqueda de una pronta solución pacífica a la crisis desatada en la nación centroamericana aunque no se habló de la restitución al cargo de Zelaya.
Sívori reseñó que aún se mantiene el toque de queda en en país. El gobierno de facto no ha dado señales de avalar el diálogo. Por el contrario, continúa emitiendo comunicados reiterando el toque de queda impuesto nuevamente desde el pasado lunes.
El presidente Zelaya hizo un llamado a la Resistencia ‘a mantener la batalla hasta que juntos, pueblo y Presidente, logren las reformas constitucionales y la caída de los usurpadores’.
En un comunicado, Zelaya destacó que el problema de la crisis política en la nación no está resuelto y agradeció a la comunidad internacional por haberse pronunciado con respecto al tema del golpe de Estado y al restablecimiento del orden constitucional.