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11.Abr.2013 / 05:54 pm / 2 Comentarios

Prensa PSUV.- Hoy se cumplen 11 años del criminal golpe de Estado contra el Gobierno Bolivariano, el pueblo venezolano y su líder, el comandante invicto Hugo Chávez Frías. Este golpe de Estado fue impulsado y accionado por la derecha venezolana, representada por los dueños de medios, dirigentes empresariales, militares desleales y antipatriotas, la cúpula laboral y políticos de partidos conservadores. Todos apoyados y dirigidos desde el Departamento de Estado Norteamericano.

Antecedentes

Cuando el líder bolivariano asume la presidencia de la República hereda un Estado quebrado, una economía dependiente, improductiva y desarticulada, una sociedad donde más del 70 % de la población vive en la pobreza y había sido manipulada y estafada por los partidos políticos y la oligarquía; el barril de petróleo a 8 USD; altos niveles de desempleo y subempleo; inflación por encima del 80 %; tendencia decreciente de los salarios reales; y pasos hacia la privatización de las empresas estatales incluida PDVSA, que había comenzado con la venta de la empresa del acero dos años antes y tenía en proceso la del aluminio. Además, Chávez debe gobernar con un Estado muy pesado, repleto de funcionarios y empleados que mantenían su adhesión expresa o tácita a los partidos Acción Democrática (AD) y Demócrata Cristiano (COPEI) y a los valores de la IV República. En rigor, esta no había muerto y la V República debía forjarse, aunque ya tenía el acta de nacimiento y recién comenzaba a andar.

Debido a la gravedad de los problemas de toda índole acumulados, en paralelo con los cambios políticos aludidos, Chávez empieza a encarar varias urgencias sociales. Decide apoyarse en uno de los soportes principales que él concebía para garantizar el avance de la Revolución Bolivariana: las Fuerzas Armadas. Para ello crea el Plan Bolívar 2000, en varias fases, e involucra a más de ciento quince mil militares y decenas de miles de civiles, contratados y voluntarios.

Chávez sabía que todas sus políticas de cambios e inserción social dependían en buena medida del ingreso petrolero y de lograr una reinserción de Venezuela en el ámbito exterior. Por eso, él se propuso de inmediato priorizar los nexos con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), a fin de recuperar su papel en la regulación de los precios mundiales de los hidrocarburos. Y al unísono, lograr una readecuación del país en el escenario internacional, muy condicionado entonces por el poder unilateral de los Estados Unidos.

Chávez viaja a todos los países de la OPEP y en pocos meses concilia las posiciones encontradas de varios de sus miembros, logrando que se celebre en Caracas, en septiembre de 2000, una Cumbre de la OPEP, la segunda desde su fundación más de veinte años antes. En 2001 los precios del petróleo inician una tendencia alcista, debido en primer lugar a los acuerdos de ese cónclave, y después influyen otros factores del mercado. Lo más importante: la OPEP comienza a reponerse del control que los Estados Unidos había logrado sobre la organización en los últimos diez años.

Durante aquellos primeros tres años de su mandato, de manera sostenida, Chávez acrecentó su protagonismo internacional junto a su liderazgo interno, en especial entre los sectores humildes de la población y en la abrumadora mayoría de los militares. Gracias a sus incesantes y fecundos contactos directos con el pueblo civil y uniformado, a su extraordinaria y brillante utilización de los medios de comunicación, Chávez ejerció una influencia decisiva en la conciencia política e histórica de la base popular de la Revolución y su idea estratégica de lograr la alianza cívico-militar, como soporte esencial de los cambios revolucionarios.

Causas del Golpe

En febrero de 2002 Chávez cambió la plana mayor de Petróleos de Venezuela (PDVSA) con el objetivo de reactivar el motor y la columna vertebral de la economía venezolana. A causa de las protestas generadas a partir de esta decisión por parte de las anacrónicas cúpulas de PDVSA, durante más de tres meses las exportaciones se vieron mermadas creando un enorme déficit e inflación en el país. El gobierno tuvo que comenzar a importar gasolina para cubrir la cuota nacional y miles de venezolanos se vieron en largas filas de días para poder llenar el tanque de sus vehículos.

La cúpulas de la moribunda Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), empresarios, la jerarquía de la iglesia católica, algunos partidos políticos, las televisoras privadas de Venezuela y Fedecámaras convocaron otra huelga general el 9 de abril, esta vez de carácter indefinido en protesta contra las leyes de Tierras, de Hidrocarburos, de Pesca, además de otros instrumentos aprobados vía habilitante, para forzar la renuncia de Chávez.

El 11 de abril del 2002

El 11 de abril, el tercer día de la huelga, las protestas se convirtieron en disturbios, y una marcha antichavista envenenada de odio y violencia fue desviada de su recorrido hacia el palacio de Miraflores a sabiendas de que desde tempranas horas miles de simpatizantes se encontraban concentrados alrededor de Miraflores en defensa a la revolución y a su líder.

La marcha opositora venia destruyendo todo a su paso, al aproximarse al centro de Caracas la marcha se tornaba cada vez más violenta. El plan golpista seguía en marcha, en el centro de Caracas funcionarios de la Policía Metropolitana (PM) y francotiradores ubicados en las azoteas de los edificios, se apostaban para generar los muertos que justificarían el golpe.

Una vez ubicados en centro de la ciudad, manifestantes de ambos lados fueron emboscados en lo que constituyó una verdadera masacre sin precedentes en la historia política de Venezuela. Militantes revolucionarios apostados en Puente Llaguno intentaron resistir ante la ráfagas de disparo que provenían desde la Av. Baralt y las azoteas, estas imágenes fueron manipuladas por la canalla mediática para responsabilizar a la Revolución y al presidente Hugo Chávez, de los 19 muertos que había dejado la masacre.

Minutos después se mostraba un pronunciamiento pregrabado donde miembros de la dirigencia golpista del alto mando militar le pedían la renuncia al presidente Chávez y amenazan con bombardear el palacio de Miraflores.

Luego de horas de tensa situación y de una feroz campaña mediática, el comandante Chávez decide entregarse para evitar un derramamiento de sangre a cual amenazaban las fuerzas golpitas, quienes mostraban sin prueba alguna una supuesta renuncia del Jefe de Estado.

Un día después, 12 de abril, Pedro Carmona Estanga, entonces presidente de Fedecámara, se autojuramentó como presidente de la República, su primer acto oficial fue la disolución del Parlamento (Asamblea Nacional), el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, de todos los gobernadores, alcaldes y concejales, la remoción del Fiscal General, del contralor, y del Defensor del Pueblo, de todos los embajadores, cónsules y vicecónsules, Misiones Permanentes Diplomáticas, así como la eliminación de las 48 leyes habilitantes, y el cambio de la Constitución, al reponer el nombre de República de Venezuela, quitándole la condición de Bolivariana.

Lo que siguió a la caída del Gobierno, fue una atroz persecución y un silencio mediático que intentó acallar las voces de un pueblo enardecido por semejante injusticia.

Comenzaba así una dictadura fascista de un gobierno de facto que en pocas horas demostraba su carácter fascista y reaccionario, que mientras celebraba su “Azaña” burguesa en Miraflores, no contaba con la fuerza de un pueblo que comenzaba a organizarse para salir a combatir en la calles de todo el país, en defensa de su Revolución y su Comandante.

11 años después

Hoy, cuando conmemoramos 11 años de la aventura golpista de la oposición Venezolana, a los patriotas revolucionarios se nos tiene prohibido olvidar estos hechos y sus protagonistas, aquellos que hoy conspiran para desestabilizar la democracia Venezolana y nuestro proceso. Hoy al igual que hace 11 años tenemos el deber histórico de aplastar la conspiración, impulsar la Revolución y el legado de nuestro eterno Comandante Supremo, Hugo Rafael Chávez Frías, y triunfar este próximo 14-A para hacer de este mes, otro Abril de victorias.

Texto: Silvestre Montilla

Fuentes:

Villegas Ernesto, Golpe adentro, Editorial Galac, Caracas 2009.

Sánchez Otero Germán, Abril sin censura, ediciones Correo del Orinoco, Caracas 2012.

 

Comentarios

12.Abr.2013 07:32 am
Rogers Hernández (Bolivar) dijo:

DEFINITIVAMENTE UN PUEBLO CONSCIENTE, ILUSTRADO, SABIO, DIGNO, QUE TIENE PRESENTE SUS RAICES Y NO OLVIDA EL PASADO, JAMAS Y NUNCA PERMITIRÁ LOS FARISEOS, CULPABLES DE TANTOS MALES QUE AQUEJARON NUESTRA PATRIA POR MUCHOS AÑOS VUELVAN A DIRIGIR LOS DESTINOS DE VENEZUELA, DESDE HACE 14 AÑOS, DURANTE EL PERIODO DE GOBIERNO DE NUESTRO COMANDANTE PRESIDENTE NOS PERMITIÓ GRACIA A SU INGENIO, CONSTANCIA, TRABAJO DEL DIA A DIA, APOYO DE UN PUEBLO CONSCIENTE Y UNA FUERZA ARMADA RESTEADA, SE CONSOLIDARON TANTOS LOGROS QUE HOY DIA NOS SENTIMOS DIGNIFICADOS Y POR NADA DEL MUNDO PERMITIREMOS DAR MARCHA ATRAZ, EN AUSENCIA FISICA DE NUESTRO COMANDANTE Y PRESIDENTE ETERNO, Y LEALES A SU DECISION, VOTAREMOS Y APOYATEMOS A NICOLAS MADURO PARA QUE CONDUZCA EL TIMON DE LA PATRIA Y HAGA REALIDAD EL LEGADO QUE EL LIDER SUPREMO DE LA REVOLUCION DEJO ESTAMPADO EN EL PLAN DE LA PATRIA, ABALADO POR SU PUEBLO Y RESTEADO CON SU CONTENIDO… CON EL LEGADO DE CHAVEZ Y MADURO AL PODER, EL PUEBLO SEGUIRÁ ADELANTE

28.May.2013 12:17 pm
omar midero (Zulia) dijo:

UN pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucionn

SIMON BOLIVAR!!!

 

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