Opinión / Antonia Muñoz
Desde esta trinchera de lucha creemos que la Biblia es un libro que contiene mucha sabiduría y que “toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir (reprender), para corregir, para instruir en JUSTICIA, a fín de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2da de Timoteo 3: 16-17)”. En muchas oportunidades hemos utilizado la misma cita para expresarlo, porque así lo creemos. Que nadie piense que se trata de fanatismo religioso porque la práctica del día a día niega esta posibilidad. En este sentido, recordamos la necesidad insoslayable de mantener la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, lo cual habla de la ética y la moral socialista. Hoy nuevamente intentamos entender al ser humano y su comportamiento a veces fuera de todo razonamiento, fuera de toda lógica. Pareciera que desde la creación, en el hombre cohabita el BIEN y el MAL; y de lo que se trata, es que predomine uno sobre el otro, lo cual dependerá del amor y formación recibido en el seno de la familia, escuela y comunidad. En nuestra opinión, las iglesias y los Medios de Comunicación, también tienen una gran influencia en el resultado final; por lo tanto, tienen un gran papel en la solución del problema.
Caín no soportó que Jehová haya considerado que el trabajo de campo realizado por su hermano Abel fuera mejor que el suyo. La alabanza de Jehová hacia su hermano Abel, hizo que los celos y el odio lo cegaran, llevándolo a la terrible decisión de eliminar a su propio hermano. Probablemente esto se pueda entender si recordamos lo que nos enseña la carta que el Apóstol Pablo le escribiera a los Gálatas( Capítulo 5, versículos 16- 26): LAS OBRAS DE LA CARNE Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU: “… Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, herejías, ENEMISTADES, PLEITOS, CELOS, IRAS, CONTIENDAS, DISENSIONES, ENVIDIAS, HOMICIDIOS, BORRACHERAS, ORGÍAS, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto…Mas el fruto del Espíritu es AMOR, GOZO, PAZ, PACIENCIA, BENIGNIDAD, BONDAD, FE, MANSEDUMBRE, TEMPLANZA…”Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros”. Aunque pareciera algo obvio, no está demás señalar que muy a menudo los celos y la envidia se traducen en violencia de diferente tipo y magnitud.
Para buscar y explicar el origen de la violencia política que se está viviendo en Venezuela desde el 12 de febrero de 2014, necesariamente tenemos que hurgar en la naturaleza humana, pero también en el condicionamiento externo. Hay opiniones en relación a que “la violencia es una conducta aprendida en sociedades donde se justifica el uso de ésta para resolver conflictos y controlar a las personas.” Por lo tanto, la violencia “no es natural, ya que se aprende en la familia, en la escuela, en la calle y también a través de los Medios de Comunicación”. “Es intencional, porque siempre va dirigida a dañar a alguien en particular, y su intensidad generalmente va en aumento desde la violencia verbal a la física.”. Sin duda que la actual violencia política, ocurrida en algunos municipios de Venezuela, es aprendida a través de guiones perfectamente diseñados por el imperio norteamericano, e implementados por instructores que actúan por intereses políticos o económicos, hasta llegar a la máxima intensidad, como es la muerte de 40 compatriotas; pasando por los estadios de violencia verbal y violencia física (agresiones a personas, tala de árboles, destrucción a instalaciones y vehículos).
Finalmente, ante el escenario de lucha por vías inconstitucionales nada deseable para la estabilidad democrática del país; la mayoría deberíamos coincidir en que es positiva la idea de diálogo entre representantes de los dos grupos políticos enfrentados. Todos esperamos que el mismo se realice sobre las bases del RESPETO y el RECONOCIMIENTO AL OTRO, cuidando siempre que la VERDAD y la JUSTICIA, iluminen el escenario de discusión. Es importante también tener los oídos abiertos ante las observaciones que pueda hacer la oposición, tendentes a mejorar lo que en su opinión no está funcionando bien. En todo momento se debe tener presente la utilidad de la crítica. Si el otro no tiene razón, también está obligado a oír los razonamientos en contrario y no darle una patada a la mesa. ¡Que el poder de Dios les de discernimiento y sabiduría a los dialogantes! CHÁVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE!