Opinión
Foto: Referencia
Por: Giovanny Peña
Cada quien deja que la tentación y el pecado conduzcan sus acciones, habiten en él, y hagan el daño a otros, cuando la tentación te seduce y arrastra, te controla y domina, te impulsa hacer lo indebido, es allí donde la Concupiscencia pare al pecado y el pueblo, una vez consumado engendra lo malo, reproduce lo dañino y hasta prevalecer la muerte.
Esa inclinación humana por hacer el mal, para sentir “Placeres” “Apetencias muy egoístas” y ser “Constructores de una realidad dañina” que incluso arremete y hasta busca destruir los imperativos, razones, argumentos, estamentos y normas morales de la razón y convivencia, de la armonía y tolerancia, del respeto a la vida es lo que hace la Concupiscencia en hombres y mujeres que se alejan del bien.
Es necesario aclarar que por condición humana, siempre y en todo momento estaremos tentados por nuestra Concupiscencia.
Ahora bien solicitar bloqueo a la política alimentaria, salud, bienes, servicios, electricidad, agua, alentar al intervencionismo militar extranjero, fomentar el robo por parte del imperio gringo de nuestras riquezas naturales, activos, recursos financieros y soportes económicos, impulsar una campaña de odio, buscar apagar cualquier luz en la República, alentar los crímenes por odio de clases, fomentar la muerte por diferencias políticas, socavar la tranquilidad, paz y sosiego de un Pueblo es un abominable pecado, es un detestable acto de Concupiscencia política opositora.
Mientras tanto nuestro Líder Presidente Nicolás Maduro llama al dialogo, construye puentes para la paz, se esfuerza para darle lo mejor a su Pueblo, perdona 70 veces 7, y ahuyenta cualquier tentación que afecte al noble Pueblo Venezolano.
Allí hay 2 posturas, propias de 2 políticas, 2 modelos, que contradicen su existencia.
El uno (Capitalismo) promueve y se deja mover por la Concupiscencia y somete a la tragedia y barbarie a la especie humana, esa es la actitud y política opositora.
El otro, el nuestro (Socialismo) es el camino a la paz, es la verdad que sostiene a la convivencia, es la fuente que genera más vida, bienestar, dignidad y felicidad.
Ante esa nefasta Concupiscencia opositora, tenemos Líder Nicolás Maduro Moros fundido en el corazón de su Pueblo, unido a él, configurando estratégicamente la victoria del bien sobre el mal.
SEAMOS COMO CHÁVEZ
AMOROSOS Y VALIENTES!!!