Memorias

18.May.2013 / 04:54 pm / 3 Comentarios

Prensa PSUV.- El 18 de mayo de 1781 se produjo, por parte de los invasores españoles, la cruel ejecución de José Gabriel Condorcanqui Noguera, mejor conocido como Túpac Amaru II, líder indígena que encabezó el mayor movimiento de corte indigenista e independentista en el Virreinato del Perú, siendo el primero en levantar su grito de libertad en la América toda, planteando la eliminación de toda forma de dependencia, subyugación y explotación de los pueblos indígenas.

Túpac Amaru II conmocionó e hizo temblar de pavor al régimen colonial español más omnímodo del planeta tierra en el siglo XVIII con la insurgencia que lideró de noviembre de 1780 a mayo de 1781.

Túpac Amaru II nació el 19 de marzo de 1738 nació en Surimana, Canas, Virreinato del Perú. Fue descendiente directo de Juana Pilcowaco, hija del último Inca Túpac Amaru, ajusticiado por el virrey Francisco de Toledo en la plaza cuzqueña de Waycaypata.

Teniendo ese origen ilustre y simbólico heredó el cacicazgo de Tungasuca, Surimana y Pampamarca.

Era arriero de oficio, dueño de una piara de 350 mulas con las cuales hacía transporte de carga entre las ciudades de Potosí y Lima.

Al llegar a los 20 años contrajo matrimonio con Micaela Bastidas de apenas quince años, natural del pueblo de Pampamarca, con la que tuvo tres hijos varones: Hipólito, Mariano y Fernando. Ella lo acompañó en su gesta libertaria dirigiendo el ejército de retaguardia, razón por la cual con atroz suplicio también fue subida al cadalso.

El 4 de noviembre de 1780 se inicia el movimiento militar liderado por Túpac Amaru, los objetivos que se plantea esta insurrección son: la defensa de las condiciones de trabajo del indio y el reconocimiento de los legítimos derechos de la antigua nobleza incaica y en el marco de estas exigencias, lograr la unificación de las distintas comunidades, desperdigadas como consecuencia del mismo proceso colonizador e incluso a un sector importante de mestizos para conseguir una alianza “anti-española”.

La rebelión se inició en la provincia de Tinta y se extiende por veinticuatro provincias, desde el Cusco hasta las fronteras de Tucumán. Su duración fue de tres años, tiempo en el cual murieron cien mil indígenas. Mientras las tropas de Túpac Amaru podrían haber llegado entre cuarenta y sesenta mil hombres en el mejor momento, es decir, cuando se produce el sitio de la capital del Cuzco, el ejército realista estaba conformado por más de treinta mil.

Al lograr grandes proporciones la insurrección, la movilización de las masas indígenas produjo el temor blanco, lo que se percibe históricamente en la actuación que tuvieron las autoridades virreinales, luego de aplacar la rebelión, cuando intentaron acabar con el mito del Inkarrí y toda la descendencia de la familia Túpac Amaru.

Túpac Amaru fue vencido en la batalla de Checacupe (1781), entregado por algunos de los suyos a los españoles, y trasladado por éstos a Cusco, donde le juzgaron, El Visitador José Antonio Areche, enviado para investigar los abusos contra los indígenas, condena a Túpac Amaru a presenciar la muerte de los miembros de su familia y luego a morir descuartizado.

Se le intentó descuartizar vivo atando cada una de sus extremidades a sendos caballos, de manera infructuosa, por lo que finalmente se optó por decapitarlo y posteriormente despedazarlo el 18 de mayo de 1781.

Su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cuzco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Livitaca (actual Provincia de Chumbivilcas) y en Santa Rosa (actual Provincia de Melgar, Puno).

La fama de Túpac Amaru II se extendió a tal punto que los indígenas sublevados en el llano de Casanare, en la región de Nueva Granada, lo reconocieron como rey de América.

Movimientos posteriores invocaron el nombre de Túpac Amaru II para obtener el apoyo de los indígenas, caso entre otros de Felipe Velasco Túpac Amaru Inca o Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui, quien pretendió levantarse en Huarochirí (Lima) en 1783. La rebelión de Túpac Amaru II marcó el inicio de la Etapa Emancipadora de la Historia de Perú.

Esta Gran Rebelión produce una fuerte influencia sobre la Conspiración de los tres Antonios, indicios descubiertos en Chile el 1 de enero de 1781, en pleno desarrollo de la insurrección. Los conspiradores se animaron a actuar gracias a las noticias de los avances de Túpac Amaru II en el Virreinato del Perú.

Como la ejecución del líder no logró el objetivo esperado, los españoles ordenaron la extinción de toda la descendencia de Túpac Amaru hasta el cuarto grado de consanguinidad, la prohibición de la circulación y lectura de los comentarios del inca Garcilaso de la Vega y la restricción de información genealógica de la nobleza incaica; así como la supresión de la enseñanza de la lengua quechua en la universidad de San Marcos.

Con posterioridad a la terminación ya de la segunda mitad del siglo XVIII tuvo lugar en el virreinato de la Nueva España diversas revueltas, motines y sublevaciones de indígenas. Pero ninguna de estas formas de descontento logró tener la trascendencia y explosividad que caracterizó a la rebelión de José Gabriel Túpac Amaru, ni siquiera la revuelta de 1761 encabezada por Jacinto Canek en Yucatán. Al igual que en la sublevación de Los Andes, la incitación del sentimiento indígena en contra de los blancos fue el móvil principal de esta revuelta, que logró infundir alarma entre los habitantes blancos de la apartada península. Las autoridades virreinales pusieron fin a esta insurrección, por medio de sus métodos tradicionales de organizar expediciones militares seguidas por la ejecución pública y sádica de líderes indígenas.

Túpac Amaru II es considerado un precursor de la Independencia de Perú. Actualmente su nombre y su ejemplo y figura son de inspiración para los movimientos indígenas andinos, así como por los movimientos de izquierda política en toda la América Latina. Sería el primero en dar ese grito de libertad que se esparciría por toda la América combativa, después de él, ya esta jamás volvería a ser la misma, vendrían millones de Túpac Amaru a luchar por nuestra dignidad y soberanía a seguir su combate libertario por nuestra independencia, solo que esta vez estamos cargados de victoria y futuro.

Fuente:

Lewin Boleslao, La rebelión de Túpac Amaru y los Orígenes de la Independencia Hispanoamericana. SELA. Buenos Aires. 2004.

 

Comentarios

19.May.2013 07:30 am
ROBERTO OLAIZOLA (Carabobo) dijo:

Totalmente de acuerdo con la difusión de este articulo tan importante, tenemos que saber de donde venimos y de lo que nos toca hacer, solo que ahora no es un solo tupac-amaru y que tenemos que estar en pie de lucha, si el fascismo logra su objetivo ese seria el trato que nos darían a nosotros los revolucionario Bolivariano y Socialista, que soñamos con la patria libre y soberana así que no volverán, pero, tenemos que mantenernos con el legado de nuestro comandante supremo HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS. cero triunfalismo, cero elitismo, cero individualismo y cumplirle al pueblo,seré siempre un pilar fundamental de este proceso. CHAVEZ VIVE LA LUCHA SIGUE, INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA, VIVIREMOS Y VENCEREMOS, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE CAMARADAS.

19.May.2013 09:43 am
Juan Bautista Gatica (Chile) dijo:

Tal ejecución (?!) se hizo en NOMBRE DE LA CIVILIZACIÓN CRISTIANO -OCCIDENTAL…

Juan Bautista Gatica
Santiago de Chile
República de Amnesia
Suramérica Dividida

19.May.2013 07:28 pm
Ignacio Ramirez (Apure) dijo:

Si esta historia fuera contada con la fuerza que amerita en las aulas de clase de nuestras escuelas o con representaciones teatrales, muy seguro estoy de la asimilacion de nuestros futuros a la causa revolucionaria.
VIVA CHAVEZ!
LA LUCHA SIGUE!

 

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