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Foto: Aporrea
El alcalde de Barquisimeto, Alfredo Ramos, de la MUD, apoyó hoy los hechos de violencia, acusando a las víctimas de propiciarlos por «invadir terrenos privados»
Dos jóvenes fueron asesinados en Barquisimeto, luego que un francotirador habitante del conjunto residencial La Pastoreña disparó hacia un terreno de la Gran Misión Vivienda Venezuela custodiado por el Consejo Comunal.
Las familias que custodian el terreno habían presentado un proyecto a través del consejo comunal para la construcción de 250 viviendas por la GMVV y se encontraban limpiando el terreno para tener la asamblea con el comisionado de la Misión, cuando desde la urbanización La Pastoreña abrieron fuego a mansalva, causando la muerte de un adolescente de 15 años, estudiante, con un impacto de bala cerca del ojo derecho, y del joven trabajador Leomar Eduardo Torres Herice, motorizado, quien recibió un disparo en la espalda a nivel del pulmón izquierdo.
A Leomar Torres lo trasladaron en una moto hasta una Clínica Móvil, adscrita a la Gobernación del estado Lara (MUD), pero la misma no contaba con médico y expiró en el lugar, concretamente en la calle Pedro Parra, sector Los Naranjillos, frente al estadio Rubén Tovar, en el poblado de Santa Rosa, donde fue levantado el cuerpo por una comisión del Eje Contra Homicidios del Cicpc.
Los heridos fueron ingresados en la emergencia del Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda, siendo estos: Edgar Ramón Andora Alvarez (36), con un disparo en antebrazo izquierdo; Génesis Elena Alvarado (18), herida en pierna derecha y Luis Alexander Colmenárez Cordero (22), con un proyectil en pierna izquierda.
Tanto familiares de los fallecidos como de los heridos coincidieron en precisar que fue desde uno de los edificios de la urbanización La Pastoreña que les dispararon y atribuyeron el accionar de las armas de fuego, tanto a un supuesto coronel retirado de la Guardia Nacional, quien presuntamente habita en una de estas torres, como a un grupo de personas que aseguraron también se hallaba en uno de esos inmuebles, desde los cuales habrían consumado ambos crímenes y dejado heridas a las tres personas.
Según trascendió, el mencionado terreno donde se construirán las viviendas es apetecido por la constructora privada de La Pastoreña que tiene conexiones con el gobierno regional y municipal de la MUD, lo que le habría permitido obtener documentación fraudulenta sobre la propiedad del mismo. Los habitantes de la citada urbanización han manifestado a través de sus voceros, su vehemente oposición, por razones políticas, al urbanismo que planea construir la GMVV. En varias oportunidades han agredido verbalmente a los miembros del consejo comunal, acusándoles de invasores, chavistas, etc.
El alcalde de Barquisimeto, Alfredo Ramos, de la MUD, apoyó hoy los hechos de violencia, acusando a las víctimas de propiciarlos por «invadir terrenos privados». La Policía municipal no intervino para defender a los afectados, ya que, según declaró el burgomaestre opositor, sus facultades son meramente administrativas.
La rabia e impotencia por lo sucedido condujo a una multitud de Yacural y comunidades aledañas a bloquearle con obstáculos la entrada y salida a las personas que residen en La Pastoreña, en cuya urbanización se dio cuenta de un vehículo Aveo azul quemado y un Fiat Siena volcado, aparentemente en manos de la comunidad enardecida que pedía se allanara el apartamento del guardia nacional y lo detuvieran.
«Nos están matando, eso no puede ser así, aquí está un pueblo sano, tranquilo que solo lucha por una vivienda justa y digna», gritaba preocupada y llena de nervios Rosa Ruiz, vocera del consejo comunal de Yacural.
La dirigente comunal confirmó que los disparos los efectuaron desde La Pastoreña, a eso de las 3:00 de la tarde, en el momento que los ocupantes limpiaban el terreno para una actividad programada para el domingo 20 de julio, Día del Niño, y justo en presencia de un alto funcionario que los visitaba de la Gran Misión Vivienda Venezuela, directamente de Miraflores, para informarles sobre la aprobación de 250 casas para lo cual debían constituir los respectivos parcelamientos.
Aporrea