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Hermano de Hugo, compañero de su gesta; Chávez relató en detalle en muchas de sus intervenciones, el legado invaluable del camarada indispensable en su memoria. Se refirió a él y a su padre, José Esteban Ruiz Guevara, como amigos y mentores de su formación política. Wladimir fue su mano derecha, el hombre de letras, el reflexivo historiador comprometido con el aliento revolucionario que impulsó el proceso que hoy seguimos desbrozando junto al Comandante Veguero, con él, Wladimir nos acompaña a partir de este momento.
Chavista de los primeros tiempos, antes de que el chavismo recorriera el mundo a trote bolivariano, participó desde la misma radicalidad práctica tanto en la reflexión política, el pensar el país, como desde las tareas organizativas que abarcaron desde la organización vecinal, la política regional, las misiones diplomáticas y la discusión de calle que no le rehuye a la polémica dura ni a la confrontación fraterna.
Lección de Maneiro, con quien tuvo una relación política activa y cercana hasta el último minuto, fue de aquellos intelectuales que nunca sufrió la tentación de abandonar la idea que lo mantuvo siempre dentro del proyecto histórico venezolano, socialista, bolivariano y sintetizado en chavista. Como muchos de su generación, se mantuvo en este lado de la cancha histórica en el momento en que tanta eminencia autodescrita migraba hacia la resignación de la derrota, del fin de la historia y el neoliberalismo como «sentido común» (Petkoff dixit).
Y es en esa radicalidad, en ese manejo duro del concepto político de la justicia, la historia y su materialización en el tiempo, el espacio y la gente, el pueblo venezolano que pateó y que reconoció, en la que Wladimir deja su testimonio cabal, coherente, incuestionable.
Wladimir y Hugo viven, hermanados en la amistad que nos legan como valor primordial de las y los revolucionarios venezolanos.
Nuestras sentidas condolencias a Carmen, madre siempre presente en la afectuosa memoria de Hugo Chávez. A Federico y a Leonardo, sus hermanos, y a sus hijos que siembran la semilla ancestral de lucha barinesa, variná, veguera; de soles y lluvias que fecundan el Llano y la Patria querida.
Como vino se va, y como aquí estuvo en este tiempo histórico en el cual jugó papel sumamente activo del que nunca se vanaglorió, aquí se queda. Y así lo recordaremos.
Hasta siempre Wladimir
Misión Verdad