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27.Sep.2017 / 03:33 pm / Haga un comentario

“Y seremos hoy más jóvenes que ayer

es que el sol nos va a invitar a renacer”

Primavera, Charly García

buen-vivir

Por: Richard Canan

Escuchamos en la Asamblea Nacional Constituyente una extraordinaria y emotiva clase magistral del ex canciller de Bolivia, David Choquehuanca, ahora Secretario General de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Sus sabias y elocuentes palabras estuvieron centradas en los hermosos valores y en el fuerte arraigo de la identidad latinoamericana. Cómo nuestros ancestros y pueblos originarios se forjaron y crecieron por siglos de manera libre, soberana e independiente; y luego se levantaron en resistencia contra la colonización y el genocidio de los invasores europeos.

De sus palabras se rescata la necesidad de recuperar y reencontrarnos con nuestras raíces, con nuestra identidad, que está forjada en base a la solidaridad, el respeto y, por sobre todo, a la armonía con la naturaleza y el mundo que nos rodea.

Choquehuancanos convido con hermosas palabras sobre nuestras raíces indígenas latinoamericanas. Así surgió la frase “Abya Yala”, que es la denominación utilizada por nuestros ancestros para referirse a todo nuestro continente. En la lengua Kuna (población indígena originaria de Panamá y Colombia) significa “tierra en plena madurez o tierra en florecimiento”. Hablamos así del rompimiento con la lógica eurocéntrica del “descubrimiento” del llamado Nuevo Mundo; más cuando reconocemos que sobre este territorio ya existían vastas comunidades y pueblos bien organizados y arraigados, con su rica cultura, su idioma y toda su organización productiva y social. Más de 500 pueblos indígenas, unos 45 millones de habitantes, han resistido en el tiempo el saqueo, la rapiña y la aniquilación de los colonizadores europeos y luego la voracidad e inconciencia de los blancos de orilla.

Esta tierra madura, “Abya Yala”, nos brinda una rica cosmovisión proveniente de nuestros pueblos originarios con términos como “QhapajÑan” (camino o vida noble) o “SumakQamaña” (del Aymara, vivir bien) que llenas de espiritualidad nos invitan a repensar y reforzar los valores que nos llenan de armonía y equilibrio. En primer lugar, vivir con respeto hacia nuestro medio ambiente, la naturaleza y nuestro planeta.También buscar el equilibrio individual, familiar y comunitario para “reconstituir la Vida, reencontrarnos con nosotros mismos” durante nuestro ciclo de vida. La noción de vivir bien, busca trascender las necesidades materiales y banales impuestas por la lógica de dominación del capitalismo (el consumismo), para centrarse en las necesidades reales del hombre, y la búsqueda de formas colectivas para satisfacerlas.

Choquehuanca nos conmovió con sus palabras. Todas están impregnadas de fuerza y energía. Nos muestran la certeza del perpetuo e interminable renacer de la esperanza. Quizás esta sea la mayor virtud de la raza humana: la superación de la fatalidad y del espíritu de pesadez.Con conciencia y optimismo podemos superar todos los obstáculos y dificultades. Ante cada problemaimplementemos una nueva cruzada de liberación. Enfrentemos cada batalla con sapiencia, creatividad y fuerza. Cada contraofensivanos llenará de más conciencia y experiencia para contrarrestar cualquier reto o amenaza.

Contra los agoreros y fatalistas se levanta un pueblo lleno de energía, que se esfuerza, trabaja y estudia lleno defe y esperanza.

 

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