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“El 23 de febrero de 2014, nos encontrábamos en San Cristóbal reguardando ambulancias, y camiones de Corposalud del hospital central, cuando un grupo de encapuchados arremetieron, se metieron con un hospital de niños especiales, CDI, mercales, Pdval”.
“Me hicieron voltear y porque el camión decía ‘Uso oficial’ decían que tenían que matarme porque yo era chavista yo le gritaba que ‘eso medicina para el pueblo’, sin mediar palabras, tiraban piedras, bombas molotov, y la ‘papita’, hecha con C4, metras partidas y clavos”, contó Germán Óscar Carrero, víctima de vandalismo callejero, ante el presidente Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores, donde el pueblo, que marchó allí en rechazo a la cuestionada Ley de Amnistía, lo escuchó y lloró.
“Venía algo para mi cara, metí mi mano y la perdí automáticamente. Duré cinco días en terapia intensiva, bajo la muerte, con mangueras. Mi hijo mayor fue el que firmó para poderme operar”.
“Cuando desperté, estaba rodeado por ellos, por el médico tratante. Mi hijo me decía que yo era un guerrero, tiene que luchar. Yo le decía, ‘pero yo estoy bien, me siento’. No, papá, tenemos que decirte algo: el médico me dijo -no te vas a sentir mal- perdiste tu mano derecha”.
“Desde ese día me cambió mi vida. Hubiese preferido, y le pido perdón a Dios, que me quitara la vida, pero no Dios sabe por qué me dejó. Sabe que esta lucha es incansable, que voy a seguir luchando por todas las víctimas, por todos estos sucesos que pasaron en Venezuela. Señor Presidente, le pido en nombre de las víctimas, del pueblo que nos ayude”.
VTV