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Las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, supuestamente tenía planes para abandonar el país y Rusia le convenció de no hacerlo, son parte de una guerra informativa, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
El propio mandatario venezolano comentó las palabras del secretario de Estado de EEUU criticando a Pompeo por «falta de seriedad».
Por su parte, el ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza, dijo que las «noticias falsas son una forma muy triste de aceptar que el golpe que EEUU apoyó, se fracasó».
El 30 de abril, el líder opositor Juan Guaidó publicó en Twitter un vídeograbado cerca de la Base Militar Francisco de Miranda, o La Carlota, en el que llamaba a la población y a los militares a tomar las calles en el marco de lo que llamó el inicio de la «fase final de la Operación Libertad», encaminada a «poner fin a la usurpación» del Gobierno de Nicolás Maduro.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo que el Gobierno de Maduro estaba desactivando el intento «golpista de militares traidores».
A su vez, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aseguró que en los cuarteles militares a lo largo del país se mantenía la normalidad y que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) estaba firme junto a Maduro.
El propio Maduro afirmó a través de su cuenta de Twitter que los comandantes militares del país le «han manifestado su total lealtad al Pueblo, a la Constitución y a la Patria».
Más tarde el mandatario comunicó que los hechos dejaron al menos ocho heridos —tres policías y cinco militares—, dos de ellos se encuentran en terapia intensiva.
Además, informó que el Ministerio Público designó tres fiscales especiales para investigar el intento de golpe de Estado en su contra.
El presidente destacó que la mayoría de los implicados en el alzamiento militar fueron soldados engañados que regresaron a sus puestos de control tras darse cuenta de que se trataba de una intentona golpista.
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