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La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, manifestó este lunes que respetar y cumplir los enunciados de la Carta de Naciones Unidas, del derecho intencional, de la igualdad soberana y del principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados es la base para garantizar la paz y la seguridad internacional.

Su consideración la hizo este lunes ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, Estados Unidos, durante el debate sobre el respeto a los principios de la Carta de Naciones Unidas, propuesto por Venezuela, que por este mes preside el Consejo.

«La igualdad soberana entre los Estados, la independencia nacional, la unidad y la integridad territorial de los Estados, la no injerencia en sus asuntos internos, la no agresión, el arreglo pacífico de las controversias y la cooperación, así como el derecho de los pueblos a la libre determinación, al fomento de las relaciones de amistad y cooperación entre las naciones, la práctica de la tolerancia y la convivencia en paz como buenos vecinos son los fundamentos esenciales para la paz mundial», aseveró la ministra para Relaciones Exteriores en transmisión de Telesur.

Recordó que la Carta de Naciones Unidas se constituyó en el primer acuerdo jurídico internacional de carácter multilateral que prohibió de manera definitiva la guerra como un instrumento de política exterior.

Rodríguez recalcó que para Venezuela tiene especial trascendencia el respeto al estado de derecho internacional, así como la necesidad de desvelar «las formar actuales y letales de desmantelamiento de los órdenes jurídicos nacionales e internacionales como vía para vulnerar un principio fundamental de la Carta de Naciones Unidas: el de no injerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos».

Señaló que «el mundo vive un estado de necesidad incesante de estabilidad y paz que requiere actualizar las estructuras y el marco jurídico para atender los retos y desafíos que presenta la violencia extrema, el terrorismo, la intolerancia y la proliferación del odio».

Advirtió que desde 2008 casi se ha multiplicado por tres el número de guerras civiles libradas, al pasar de cuatro a 11, «lo cual contrasta con la larga tendencia a la baja observada desde principios de los 90. Hoy sólo en África existen ocho conflictos armados, Medio Oriente cuenta con cuatro escenarios violentos (…), que dieron paso al control de grupos terroristas de los Estados».

Hizo especial mención de la situación de Palestina «que aún se mantiene irresoluto después de casi 70 años y que incide de una manera determinante en la paz y seguridad de una región que durante los últimos 15 años ha sufrido las consecuencias de enfoques errados en el abordaje de soluciones justas e integrales, entre las que predomina el establecimiento del Estado palestino como aspecto decisivo para la paz en el Medio Oriente».

La canciller convocó a los países miembros de Naciones Unidas a lograr un abordaje que permita instaurar la paz como forma de relación mundial, y respete los principios expresados en la Carta de las Naciones Unidas.

«Venezuela reafirma la vigencia de estos valores y llama la atención ante los riesgos y amenazas que desvirtúan su aplicación. Además, compromete a los estados miembros al cumplimiento efectivo, con miras a fortalecer la paz internacional. Mantenemos firmemente la necesidad de reconstruir el andamiaje multilateral para, imperiosamente, preservar el Estado de derecho y la regulación de los poderes fácticos que pretenden gobernar al mundo», resaltó Rodríguez.

La canciller elevó su voz en favor de los pueblos del Medio Oriente y África, sometidos por la dominación imperial y sus estrategias para asesinar a los pueblos, provocar la migración de familias enteras, en su intento por apropiarse de los recursos naturales.

«Muchos conflictos, sucedidos a lo largo de estas siete décadas, han podido prevenirse si las causas que lo generaron no hubieran estado vinculadas a intereses particulares de dominación imperialista», expresó Rodríguez, quien cuestionó que los países más desarrollados «se han empeñado en actuar contrario a lo estipulado, con actos de agresión que niegan los fundamentos y la esencia de esta organización, de ambición constante (…) apegado a estrategias y prácticas colonialistas que han recrudecido las desigualdades socio-económicas», dijo.

Sin embargo, alertó que los retos que actualmente enfrenta el mundo no se enfocan exclusivamente en operaciones bélicas, pues el mundo —agregó— es víctima hoy de guerra psicológica, del estrangulamiento financiero y tecnológico, la discriminación, la xenofobia, entre otros factores «que impactan negativamente la estabilidad de los países, que vulneran su soberanía y van contra el principio de no injerencia en los asuntos internos».

Contrario a este escenario, resaltó que Venezuela y América Latina toda se imponen como una región de paz, como una región ganada que, tras años de dictaduras sangrientas instauradas por gobiernos neoliberales, renació con modelos de desarrollo de la mano de grandes líderes, uno de ellos Hugo Chávez.

La canciller venezolana solicitó ante el Consejo de Seguridad de la ONU defender los logros alcanzados por los pueblos de la región, amenazados por el imperialismo.

«La era neoliberal suplantada por modelos de desarrollo que viraron hacia las capacidades y tecnologías, y potencialidades internas de nuestros países, dando espaldas al neocolinalismo que sólo promovió el saqueo de nuestras riquezas, pretende retornar a nuestra geografía a través del uso de formas no convencionales de desmantelamiento de los estados de derecho nacionales», alertó.

AVN