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“Los derechos humanos son paradigmas del humanismo y no pueden ser utilizados para proteger golpistas, terroristas y a quienes cometen actos criminales. La OEA debe defender la democracia y sus instituciones, y no a quienes buscan su destrucción”, así lo sostuvo el representante permanente de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, embajador Jorge Valero, en un discurso pronunciado en la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“La OEA debe ser la voz plural de las Naciones aquí representadas. Ninguna autoridad, por más alta que ella sea, puede abrogarse la vocería de esta institución, a menos que reciba expresamente el mandato de todos”, enfatizó.
El embajador Valero hizo un exhaustivo análisis sobre la significación de la Carta Social de las Américas, por invitación del Consejo Permanente de la OEA, que preside el actual representante permanente de Venezuela ante ese organismo, embajador Bernardo Álvarez.
Relanzar Carta Social de las Américas
El embajador Valero anunció que Venezuela propondrá “a través de la representación permanente en la OEA -que tan dignamente ostenta el embajador Bernardo Álvarez-, algunas iniciativas para relanzar la Cartas Social de las Américas e implementar su plan de acción”.
Durante su alocución, Valero rememoró interesantes pasajes del proceso que hizo realidad la aprobación de la Carta Social de las Américas, la cual lleva la impronta humanista y redentora del Presidente Hugo Chávez Frías.
“¿Y por qué tantos obstáculos y contratiempos para aprobar este instrumento profundamente humanista?”, se preguntó.
Dijo que la respuesta no puede ser más que obvia, pues hay en nuestro Continente y en el mundo quienes se lucran con la injusticia y la desigualdad, y tienen sus representantes en los ámbitos multilaterales del sistema internacional.
Guerra económica en Venezuela
El vocero venezolano ante la ONU subrayó que Venezuela enfrenta hoy una guerra económica que promueven y ejecutan actores nacionales e internacionales, con el propósito de liquidar las conquistas democráticas y justicieras alcanzadas por la Revolución Bolivariana.
“Es ésta una nueva modalidad en Venezuela, pero utilizada ya en otros países de nuestro Continente para derrocar –mediante la violencia– gobiernos democráticos de orientación progresista y revolucionaria”, señaló.
Recordó que en el pasado se recurrió a un Golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez, el cual contó con el apoyo de países representados en la OEA.
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